Un estilo de vida sedentario provoca que niños y adolescentes pierdan fuerza muscular, según un estudio

Una revisión de estudios realizados por investigadores de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) y de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), junto a científicos de Australia y Francia, saca a la luz un fenómeno preocupante: la dinapenia infantil, nombre que se da a la pérdida de fuerza y potencia muscular entre niños y adolescentes.
"La revisión se basó en una serie de estudios publicados entre 1978 y 2024 y reveló una grave disminución en los niveles de actividad física y la fuerza muscular en niños y adolescentes en las últimas décadas", declaró a Agência Einstein el profesional de educación física Cássio Víctora Ruas, doctor en Ciencias del Deporte y del Ejercicio, autor del estudio. Los resultados se publicaron en la revista Conexões , editada por la Facultad de Educación Física de la Unicamp.
Tradicionalmente asociada al envejecimiento, la dinapenia infantil ha ido apareciendo a edades cada vez más tempranas, impulsada por el sedentarismo y el uso excesivo de pantallas, intensificado especialmente tras el aislamiento social provocado por la pandemia de Covid-19.
En general, los niños han pasado más tiempo en casa o en interiores, dejando de jugar al aire libre. «Esto ha provocado la aparición de problemas de salud que antes se presentaban principalmente en la población de edad avanzada, como la obesidad sarcopénica, la osteopenia, los trastornos cardiometabólicos y, sobre todo, la dinapenia, que es una reducción de la fuerza muscular no causada por una enfermedad neuromuscular», explica Ruas.
Según el investigador de la Unicamp, estudios han demostrado que los niños de hoy en día presentan niveles significativamente más bajos de fuerza y potencia muscular en pruebas de salto, suspensión, resistencia abdominal y extensión de rodilla. Para determinar si este podría ser el caso de su hijo, preste atención a algunas señales. "Si el niño pasa la mayor parte del tiempo sentado frente a pantallas, evita jugar o tiene dificultades con tareas motoras simples, esto podría ser un indicio", afirma. "En estas situaciones, la orientación médica y el seguimiento por parte de profesionales de la educación física son esenciales".
Para el educador físico Everton Crivoi, doctor en ciencias del deporte y jefe de preparación física del Centro Deportivo y de Rehabilitación Einstein del Hospital Einstein Israelita, la dinapenia infantil es preocupante no solo por su creciente prevalencia, sino también por la dificultad para diagnosticarla. «El concepto aún carece de criterios de diagnóstico clínico estandarizados, lo que puede dificultar la cuantificación precisa del fenómeno», señala.
La fuerza muscular es esencial no solo para el deporte, sino también para el desarrollo motor y la prevención de enfermedades crónicas. «Los niños con niveles adecuados de fuerza muscular tienden a tener un índice de masa corporal más bajo, una mayor densidad mineral ósea y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas a lo largo de su vida», comenta Cássio Ruas.
Sin miedo
Por lo tanto, sería interesante replantear la idea de que el entrenamiento de fuerza es "para adultos". "La evidencia científica ha demostrado los efectos positivos del entrenamiento de fuerza en niños, especialmente cuando se realiza de forma lúdica", afirma el autor del estudio. Entre los beneficios de estos ejercicios se encuentran la prevención de lesiones y las mejoras metabólicas, como el aumento del perfil lipídico y la sensibilidad a la insulina. "La práctica mejora la composición corporal, el control motor, la postura y la autoestima, y también fortalece habilidades básicas como correr, saltar, empujar y tirar", añade Crivoi.
El entrenamiento de fuerza para niños no se limita al entrenamiento con pesas tradicional. «Existen varias maneras de implementar este tipo de entrenamiento, como usar el peso corporal, pesas libres adaptadas o incluso métodos lúdicos como el Entrenamiento Fundamental Integrativo (FIT), en el que los niños pueden realizar movimientos de animales usando su peso corporal para contraer músculos y aumentar la fuerza de forma divertida», explica Ruas.
Estos ejercicios pueden (y deben) adaptarse a cualquier nivel de condición física, incluyendo a niños más sedentarios o con sobrepeso, quienes a veces no se sienten cómodos participando en deportes competitivos. Sin embargo, la supervisión de un profesional de educación física es esencial. «Los ejercicios deben realizarse en un entorno seguro, con la instrucción adecuada y prestando atención a la progresión de la carga y a la etapa de desarrollo del niño», enfatiza la investigadora.
La evaluación de un pediatra también es importante. "Con frecuencia, este identifica comportamientos sedentarios y puede derivar a los niños a programas de ejercicio adecuados, que pueden ser guiados por profesionales de la educación física", señala Ruas.
Y no se preocupe: con la supervisión adecuada, estos ejercicios no obstaculizarán el crecimiento de su hijo. «Ningún estudio serio demuestra que el crecimiento se vea afectado cuando el entrenamiento está bien guiado», asegura el especialista de Einstein. Otra idea errónea es que los niños no se benefician porque carecen de hormonas como la testosterona. «Aunque el aumento de masa muscular es limitado antes de la pubertad, el aumento de la fuerza neuronal es significativo», afirma Crivoi. Con la guía adecuada, los beneficios sin duda superan los riesgos asociados con un estilo de vida sedentario.
Fuente: Agencia Einstein
El sedentarismo provoca pérdida de fuerza muscular en niños y adolescentes, según estudio apareció primero en Agência Einstein .
IstoÉ