Una niña fue operada del corazón en Milán y fue salvada por el Hospital San Raffaele-San Donato.

Cirugía que salvó la vida de un "bebé pluma" en Milán. El bebé de 750 gramos, nacido prematuramente a las 24 semanas de gestación, fue sometido a una cirugía cardíaca el 24 de julio para cerrar el conducto arterial en una cama con calefacción en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital San Raffaele de Milán, por cirujanos cardíacos del Policlínico San Donato. La sinergia entre los dos Centros de Cuidados Intensivos Neonatales (CCIRN) del Grupo San Donato permitió salvar la vida del recién nacido, evitando la necesidad de traslados de un centro a otro.
La cirugía, según informó hoy GSD, fue realizada con éxito por el equipo de la Unidad de Cirugía Cardíaca Pediátrica y Cirugía Cardíaca Congénita de Adultos del Policlínico San Donato del IRCCS, dirigido por Alessandro Giamberti. El bebé presentaba un conducto arterioso aún abierto, una afección común en bebés muy prematuros, que puede causar un retraso grave del crecimiento y daños irreversibles al corazón y los pulmones. Especialmente en el caso de bebés con bajo peso al nacer, el desenlace puede ser fatal. Debido al alto riesgo asociado con el transporte de bebés tan frágiles, la operación se realizó directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Mediante una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, según describe un comunicado de prensa, el conducto se cerró con un clip metálico, un pequeño dispositivo de titanio o acero inoxidable que se utiliza para tensar el canal. El clip se fija alrededor del conducto arterioso para bloquear el paso de la sangre. El flujo se detiene inmediatamente y, con el tiempo, el conducto cicatriza y se atrofia.
"Un procedimiento técnico rápido en sí mismo", explica Giamberti, "pero extremadamente complejo debido al peso y la fragilidad del pequeño paciente, quien transformó un procedimiento ordinario en algo extraordinario. El éxito de la operación permitirá al recién nacido tener un futuro. Este resultado fue posible no solo gracias al trabajo de los cirujanos, quienes somos solo una parte, quizás la más obvia, de un equipo multidisciplinario mucho más amplio, compuesto por cirujanos cardíacos, neonatólogos, anestesiólogos y ginecólogos". El especialista enumera a los colegas implicados en este "pequeño gran milagro": desde Massimo Chessa, jefe del Centro de Cardiología y Hemodinámica Pediátrica y Cardiología Congénita de Adultos del Policlínico IRCCS San Donato, hasta Giuseppe Isgrò, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Cirugía Cardíaca Congénita Pediátrica y de Adultos del San Donato, pasando por Massimo Candiani, director de la Unidad de Ginecología del Hospital San Raffaele, y Graziano Barera, jefe de la Unidad de Neonatología y Patología Neonatal y Pediatría.
El conducto arterioso, explican los expertos, es un pequeño vaso sanguíneo presente durante la vida fetal que conecta la arteria pulmonar con la aorta, permitiendo que la sangre evite los pulmones, que aún están inactivos antes del nacimiento. Tras el nacimiento, este conducto debería cerrarse espontáneamente. Sin embargo, en los bebés prematuros, el canal suele permanecer abierto, lo que provoca la entrada de un exceso de sangre a los pulmones inmaduros, lo que podría comprometer la función respiratoria y el crecimiento. El cierre farmacológico es el primer paso terapéutico, pero en los casos más graves o refractarios, como este, es necesaria la cirugía. Es un procedimiento que salva vidas, especialmente en bebés con muy bajo peso al nacer, que de otro modo nunca alcanzarían un nivel de maduración pulmonar suficiente para sobrevivir.
La intervención de hoy - se lee en el comunicado - es el resultado de una fuerte y creciente colaboración entre dos centros de excelencia reconocidos internacionalmente: en los últimos meses, se ha consolidado una sinergia operativa entre los departamentos de Cardiología y Cirugía Cardíaca del IRCCS Policlinico San Donato y los departamentos de Ginecología y Obstetricia y Neonatología y Pediatría del IRCCS Ospedale San Raffaele, con recorridos integrados que siguen a las mujeres y a los recién nacidos, desde el diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas hasta el parto, hasta la atención postnatal.
«El objetivo del Grupo San Donato es desarrollar vías cada vez más integradas, incluso internacionales», explica Giamberti, «para las cardiopatías congénitas, incluyendo a las embarazadas con cardiopatías (la llamada Vía Rosa), fortaleciendo una red clínica basada en la profesionalidad, la interdisciplinariedad y un enfoque centrado en el paciente».
Adnkronos International (AKI)