El contaminante silencioso: ¿Qué tan malo es el aire interior de nuestros hogares?
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Cuando pensamos en salud, solemos pensar en nutrición, ejercicio o dormir lo suficiente. Pero sorprendentemente, a menudo pasamos por alto un aspecto crucial: el aire que respiramos en interiores. Esto es sorprendente, considerando que pasamos aproximadamente el 80 % de nuestro tiempo en interiores. ¿Qué tan malo es el aire interior? ¿Y qué podemos hacer al respecto?
Pasamos mucho tiempo en interiores. Por lo tanto, es inevitable que esto influya en nuestra salud. Sin embargo, solo el 13 % de los holandeses considera que un clima interior saludable es importante para su salud. Esto según un reciente estudio de consumo realizado por Gezond Binnen (Interiores Saludables).
El aire dentro de tu casa es más sucio de lo que crees . El aire interior suele contener más contaminantes de lo que muchos creen. Las partículas finas, los óxidos de nitrógeno, los vapores de la cocina y los productos de limpieza pueden causar síntomas como dolores de cabeza, fatiga, irritación ocular o problemas respiratorios. La exposición prolongada puede incluso provocar enfermedades crónicas como el asma. La contaminación ambiental se ha relacionado incluso con problemas de fertilidad .
Lo que hace que el clima interior sea tan peligroso es que la contaminación suele ser invisible. La mala calidad del aire rara vez se reconoce de inmediato. Las personas rara vez relacionan sus quejas con la calidad del aire interior. Esto también se evidencia en la encuesta: casi la mitad de los encuestados experimentan problemas de salud que podrían estar relacionados con su clima interior, pero rara vez, o nunca, reconocen la conexión.
Si bien las herramientas tecnológicas como los medidores de calidad del aire y los sistemas de ventilación son útiles, un clima interior más saludable a menudo comienza con concientización y pequeños cambios de comportamiento.
Ventilar regularmente es esencial, incluso en invierno. Sin embargo, muchas personas hacen lo contrario durante los meses más fríos. Mantienen las rejillas de ventilación cerradas y las ventanas bien cerradas. Esto reseca el aire debido a la calefacción, lo que puede causar problemas como piel seca o irritación de las vías respiratorias.
Durante el verano, existe otro riesgo: el sobrecalentamiento. En lugar de usar inmediatamente el aire acondicionado, los expertos recomiendan usar las persianas durante el día y abrir las ventanas solo por la noche para refrescarse naturalmente. El aire acondicionado puede ser un complemento útil, pero no sustituye la ventilación estructural.
También se pueden obtener beneficios en la cocina. Cocinar con la olla tapada reduce las emisiones nocivas, al igual que encender una campana extractora que funcione correctamente. Mucha gente no se da cuenta de que la ubicación de la olla también influye: al colocarla en los quemadores traseros, la campana extractora captura la mayor parte de los humos de la cocina con mayor eficacia.
Además, es importante evitar las fuentes de contaminación del aire interior. Las velas, el incienso y algunos ambientadores pueden parecer atractivos, pero pueden empeorar significativamente la calidad del aire. Sin embargo, solo una de cada cinco personas lo tiene en cuenta.
La calidad del aire también influye en el entorno laboral. Aproximadamente uno de cada cinco empleados se queja regularmente de un clima interior insalubre. Sin embargo, no todos los empleadores toman medidas. Solo el 19 % de los encuestados indicó informar a su empleador sobre este problema. Esta cifra es pequeña, sobre todo si se tiene en cuenta que se ha demostrado que el aire fresco en el lugar de trabajo contribuye a la concentración, la productividad y el bienestar general.
Según TNO, los sistemas de ventilación inteligentes y los sensores de calidad del aire pueden marcar la diferencia, pero la responsabilidad no recae únicamente en los empleadores. La mitad de los encuestados cree que el gobierno debería desempeñar un papel mucho más activo a la hora de informar y promover un clima interior saludable. Este aspecto suele pasarse por alto, especialmente al comprar o reformar viviendas. Los programas de subvenciones también se perciben como complejos e inaccesibles.
Una parte significativa de la población neerlandesa (20%) no está dispuesta a invertir en la mejora de la calidad del aire interior. Al mismo tiempo, el estudio demuestra que se pueden lograr mejoras significativas con medidas sencillas y gratuitas: ventilar a diario, evitar el aire contaminado y salir regularmente a tomar aire fresco.
Estos hogares todavía tienen derecho a la prestación sanitaria.
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Metro Holland