La estatua de María Magdalena realizada por Donatello revela signos de una rara enfermedad.

Probablemente padecía una enfermedad rara: rostro demacrado, ojos hundidos, cabello largo y áspero, extremadamente delgada hasta el punto de exponer sus músculos y tendones, aspecto envejecido y venas prominentes. La Magdalena Penitente, esculpida por Donatello entre 1453 y 1455, se aparta significativamente de la iconografía clásica de la santa.
Además, tras un análisis visual minucioso, la obra presenta todas las características de la lipodistrofia , una enfermedad caracterizada por la pérdida de tejido adiposo. El Hospital Infantil Bambino Gesù, en colaboración con el Observatorio de Enfermedades Raras (OMAR) y el Ministerio de Cultura, ha publicado un estudio paleopatológico en la Revista de Investigación Endocrinológica que investiga la relación entre la famosa escultura de madera, conservada en el Museo de la Ópera del Duomo de Florencia, y esta enfermedad.
PaleopatologíaLa paleopatología estudia las enfermedades antiguas a través de restos biológicos y fuentes indirectas, como documentos históricos y obras de arte, cuya interpretación médica puede proporcionar información sobre la historia antigua de las enfermedades humanas. Este es el caso de numerosas pinturas y esculturas egipcias, griegas, romanas y sudamericanas. Parte de este campo es el estudio que identificó la apariencia de la estatua de María Magdalena de Donatello como los síntomas de una persona con lipodistrofia, persona que probablemente sirvió de modelo para la estatua del artista florentino.
El término lipodistrofia se refiere a una amplia variedad de enfermedades raras que, si bien se caracterizan por diferentes causas y manifestaciones, comparten la pérdida de tejido adiposo subcutáneo. La falta de este tipo de tejido provoca la acumulación perjudicial de grasa cerca de otros órganos, principalmente en el hígado (esteatosis hepática). Esto provoca el desarrollo de disfunción hepática, trastornos metabólicos (diabetes y dislipidemia) y problemas cardíacos (miocardiopatía hipertrófica). Las lipodistrofias pueden ser hereditarias (familiares o genéticas) o adquiridas, derivadas de otras enfermedades o del uso de medicamentos. Además, las lipodistrofias se clasifican en generalizadas o parciales, según la magnitud de la pérdida de tejido adiposo.
La Repubblica