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El embarazo también puede ser un buen momento para empezar a hacer ejercicio

El embarazo también puede ser un buen momento para empezar a hacer ejercicio

Hacer ejercicio físico, siempre adaptado a las circunstancias personales, es fundamental en cualquier etapa de la vida. En el caso de las mujeres, además, aporta beneficios específicos que inciden directamente en su salud. “En la mujer, el ejercicio es muy importante para el esqueleto y a nivel cardiovascular”, señala la doctora Eva Ferrer, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte en la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Clínic Barcelona. También subraya que la actividad física “puede ayudar a aliviar el dolor menstrual”. Sin embargo, si hay un momento en el que mantenerse activa es especialmente relevante, es durante el embarazo.

Practicar ejercicio durante el embarazo ayuda a un mejor estado general de salud de la madre y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones como la preeclampsia, la hipertensión, la diabetes gestacional, el aumento de peso excesivo o la depresión postparto. “Cuando hablamos de ejercicio durante el embarazo también es para el parto y para el posparto”, apunta la doctora Ferrer, y explica que mantenerse activa permite al cuerpo afrontar con mayor preparación los desafíos físicos de estas etapas. Los beneficios también se extienden al feto. La actividad física durante la gestación puede disminuir las complicaciones durante el parto y reducir el riesgo de muerte fetal.

Cuando hablamos de ejercicio durante el embarazo también es para el parto y para el posparto Doctora Eva FerrerEspecialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte del Hospital Clínic Barcelona

Cada embarazo es único, por lo que la práctica de ejercicio debe adaptarse a las circunstancias personales de cada mujer. Aun así, las recomendaciones generales apuntan a realizar actividad física entre tres y cinco días a la semana, con una intensidad moderada, combinando ejercicios aeróbicos y de fuerza. Lejos de lo que se suele pensar, el embarazo también puede ser un buen momento para empezar con ejercicios físicos. “Si nunca has hecho ejercicio, puedes empezar con ejercicios progresivos”, indica Sandra Escolà, preparadora física en el embarazo de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Clínic Barcelona.

Entre las actividades más seguras están caminar a paso ligero, la natación o los ejercicios en el agua, la bicicleta estática, el yoga y el pilates. Siempre que se practiquen bajo supervisión profesional, pueden incorporarse otras actividades. “Hacer ejercicio durante el embarazo es seguro, pero tenemos que buscar un profesional que nos ayude”, advierte la doctora Ferrer. También es importante evitar la actividad física en ambientes con altas temperaturas y mantenerse bien hidratadas. Se desaconsejan las actividades de contacto, a gran altitud (por el riesgo de limitar la oxigenación) y aquellas que impliquen un riesgo de caída.

Además de mantener una rutina de actividad física regular, durante el embarazo también es esencial ejercitar los músculos del suelo pélvico. “Las estructuras protagonistas, que son suelo pélvico y abdomen, requieren de otras necesidades”, explica Escolà. Trabajar correctamente esa zona ayuda a prevenir la incontinencia urinaria y a preparar el cuerpo para el parto y postparto. “Los ejercicios de Kegel trabajan de forma aislada el suelo pélvico”, apunta Escolà en referencia a una de las técnicas recomendadas para fortalecer esta musculatura.

Realizar actividad física durante el embarazo no solo es aconsejable, sino fundamental para la salud de la madre y del bebé. “En caso de que no existan contraindicaciones, debes hacer ejercicio”, afirma Escolà. Aun así, hay situaciones en las que debe evitarse o realizarse únicamente bajo supervisión de un profesional. Entre ellas se encuentran las enfermedades cardíacas o pulmonares, los embarazos con riesgo de parto prematuro, los embarazos múltiples o casos de anemia severa, entre otras.

Las estructuras protagonistas, que son suelo pélvico y abdomen, requieren de otras necesidades Sandra EscolàPreparadora física en el embarazo de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Clínic Barcelona

Aunque la actividad física es una parte importante de la preparación para el embarazo, el parto y el posparto, no es el único factor importante. Adoptar hábitos saludables es clave para mantenerse en un estado óptimo de salud. Seguir una dieta equilibrada es prioritario, ya que un aumento excesivo de peso puede dificultar tanto el parto como la recuperación posterior. Conforme avanza el embarazo, se recomienda fraccionar la ingesta: comer en menor cantidad, pero con mayor frecuencia. Además, es imprescindible abandonar hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y tabaco, ya que pueden provocar alteraciones en el desarrollo del feto.

Durante el embarazo también es habitual la aparición de caries, infecciones en las encías o enfermedad periodontal. Para evitar complicaciones, es importante mantener una correcta higiene bucodental y acudir a revisiones odontológicas.

En cuanto a las relaciones sexuales, en general, no están contraindicadas, salvo en situaciones específicas como riesgo de aborto, pérdidas de sangre vaginal, rotura de la bolsa amniótica o amenaza de parto prematuro. Es importante subrayar que, en estos casos, la contraindicación no se limita exclusivamente a la penetración. El orgasmo, al provocar contracciones uterinas, también puede resultar perjudicial.

lavanguardia

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