Listas de espera, hasta un año para mamografía y colonoscopia pero en urgencias ya casi llegamos

"Bueno", pero con anomalías notables en los servicios urgentes y de corta duración, y lo mismo, pero con problemas críticos importantes en los servicios diferibles. Esto incluye, en el área de oncología, la mamografía, para la cual se puede esperar hasta 320 días, y la colonoscopia, para la cual se puede esperar hasta 360 días. Los primeros resultados de la Plataforma Nacional de Listas de Espera (PNLA), recién publicados en el portal de Transparencia de Agenas, la Agencia para los Servicios Regionales de Salud, según lo dispuesto por la Ley Schillaci (n.º 107 del 29 de julio de 2024), que entró en vigor a principios de agosto de hace un año, dan inicio a una historia que se venía prometiendo desde hace tiempo.
Porque las listas de espera se encuentran entre los primeros problemas críticos denunciados por la ciudadanía y porque la misma plataforma que debería identificar las principales anomalías se señala como la primera herramienta útil para intervenir, incluso quirúrgicamente, y regularizar plazos a veces desorbitados. Las listas de espera en la sanidad para un país civilizado son un fenómeno vergonzoso, como señala el Tribunal de Cuentas en su Sentencia de Igualación, donde señala como camino necesario volver a situar a médicos y enfermeras en el centro de la "aldea sanitaria" con vistas a una mayor uniformidad de los servicios en todo el territorio nacional.
La primera versión pública del Panel de Listas de Espera no tiene en cuenta el rendimiento regional ni corporativo. Sin embargo, el portal Agenas ofrece una primera fuente de información valiosa y, además, como declaró el propio ministro de Salud Schillaci en el sitio web al anunciar la aprobación de la plataforma, «estamos mejorando, pero debemos redoblar nuestros esfuerzos junto con las regiones para garantizar a los ciudadanos un acceso oportuno a los servicios de salud».
En los cinco meses de enero a mayo, se registraron 23 millones de reservas ciudadanas para servicios de salud en centros públicos o privados acreditados por el SSN, incluyendo aquellos con régimen de consulta privada intramoenia. De estas, 13,216 millones fueron para pruebas diagnósticas y más de 9,530 millones para consultas. En total, 1 millón se reservó en fin de semana. De todas ellas, se informa sobre los porcentajes de prioridad indicados en la prescripción del médico prescriptor: el 2,2 % de las consultas y el 1,8 % de las pruebas se clasifican como "urgentes" (U) y, por lo tanto, deben realizarse en un plazo de 72 horas. 17,5% de las visitas y 14,3% de los exámenes como “cortos” (B, en 10 días), 44,4% de las visitas y 36,5% de los exámenes como “aplazables” (D, 30 días para las visitas y 60 días para los exámenes) y 36% de las visitas y 47,4% de los exámenes como “programables” (P, a administrar en 120 días).
En general, la mayoría de las visitas y pruebas se brindan dentro de los plazos establecidos por la clase de prioridad, pero si bien esto es especialmente cierto para los servicios urgentes y de corto plazo, aquellos para los cuales los plazos son menos estrictos muestran sus debilidades.
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