Descubre las propiedades curativas del clavo de olor para la salud dental

El clavo de olor siempre ha sido usado por nuestras abuelas por sus aplicaciones en la salud bucodental, especialmente por sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y analgésicas. Este remedio natural es un aliado terapéutico frente al dolor dental y las infecciones orales. Si nos dolía una muela, un clavo de olor aliviaba ese malestar. Pero, ¿realmente funciona?

Entre sus principales beneficios destaca su contenido en eugenol, un compuesto activo con efectos anestésicos y antibacterianos. Según un estudio publicado en el Journal of Dentistry, el eugenol puede ser tan eficaz como algunos tratamientos convencionales a la hora de aliviar la pulpagia y reducir la inflamación. Esto ha motivado su inclusión en numerosos productos de uso odontológico, como empastes temporales o colutorios naturales.

Un tratamiento complementario con base científica

El uso del aceite esencial de clavo o de su extracto directamente aplicado sobre la zona afectada ha mostrado una notable reducción del dolor y la hinchazón en patologías como la caries, la gingivitis o las aftas bucales. El efecto se debe, en gran medida, a la capacidad del eugenol para inhibir el crecimiento de bacterias orales como Streptococcus mutans y Lactobacillus, responsables de la desmineralización del esmalte dental, explican desde la Facultad de odontología de Rajastán, India.

Además, esta sustancia natural puede contribuir a la regeneración de tejidos orales y al equilibrio del microbioma bucal. No obstante, los especialistas subrayan que su uso debe ser moderado y siempre bajo supervisión profesional, ya que concentraciones elevadas de eugenol pueden causar irritación en las mucosas.

Los expertos recomiendan emplear el clavo de olor como un tratamiento complementario y nunca como sustituto de la atención odontológica convencional. Aunque sus propiedades están bien documentadas, su aplicación debe hacerse con conocimiento, respetando dosis y evitando un uso prolongado sin seguimiento clínico. La salud oral debe abordarse siempre desde un enfoque integral, combinando prevención, higiene y atención profesional.