Un sumiller revela a qué sabe realmente el agua mineral
El agua mineral también tiene sabores. Quienes la prueben con atención descubrirán una variedad sorprendente. Un vistazo al mundo de un sumiller de agua revela lo fascinante que puede ser lo aparentemente simple.
Para la mayoría de la gente, el agua es simplemente agua. Para André Uhlig, es un universo. En Dresde, este sumiller de agua especializado dirige catas donde incluso el agua del grifo se convierte en una experiencia. De hecho, solo en Alemania existen 828 aguas minerales oficialmente reconocidas, cada una con su propio perfil único. ¿Las diferencias? Perceptibles si se presta atención.
Al igual que la comida, el agua también tiene diferentes sabores : salado, dulce, ácido, amargo. Resulta especialmente emocionante combinar el agua con la comida. «Si tengo un plato dulce y quiero acompañarlo con agua mineral, me aseguro de que sea complementario, es decir, lo opuesto: ácido», explica Uhlig.
La carbonatación también influye. En el spritz de manzana, por ejemplo, realza mejor el sabor de la fruta, incluso con un poco de zumo. Una cata funciona incluso sin sumiller: se pueden comparar fácilmente diferentes aguas minerales con distintos contenidos minerales. Quienes prestan atención al sabor y a la textura en boca descubrirán diferencias sorprendentes.
Aunque el agua del grifo en Alemania siempre es de buena calidad, el mercado del agua mineral está en crecimiento, incluso para las variedades importadas. Una nueva tendencia: el agua enlatada austriaca, comercializada por la leyenda del rock Ozzy Osbourne. Para Uhlig, el agua sigue siendo una cuestión de gustos. No define lo bueno o lo malo en términos de sabor.
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