Condones, tampones y compañía: el autopago facilita las compras embarazosas



Tecnología contra tabúes: Algunas personas prefieren escanear productos íntimos a enfrentarse a la mirada de una caja convencional. / © Getty Images/Giselleflissak
Las cajas de autoservicio se consideran particularmente eficientes. Pero, sobre todo, cumplen una función psicológica, especialmente cuando se trata de productos de higiene potencialmente embarazosos. Para muchas personas, comprar ciertos productos es uno de esos momentos en los que temen las miradas sociales. Un estudio ha examinado cómo este sentimiento de vergüenza afecta el comportamiento de compra y qué papel desempeñan las cajas de autoservicio en ello. La pregunta clave: ¿Evitan las personas interactuar con los cajeros al comprar productos que les resultan embarazosos?
Para averiguarlo, un grupo de científicos de datos y economistas analizó datos de escáneres de supermercados estadounidenses con sucursales en Washington, Maryland y Virginia entre 2008 y 2011. Las tiendas de la cadena acababan de introducir el autopago. Los investigadores analizaron específicamente categorías de productos como productos menstruales, productos para la incontinencia y productos de higiene íntima. Estos incluían preservativos, pruebas de embarazo, remedios para la candidiasis, productos de higiene femenina, cremas para hemorroides y medicamentos antidiarreicos.
Inicialmente, surgió una tendencia clara: tras la introducción de las cajas automáticas, los clientes adquirieron con mayor frecuencia productos estigmatizados. Por ejemplo, la cuota de ventas de medicamentos para el intestino aumentó un 11 %, la de preservativos un 17 % y la de medicamentos para la candidiasis vaginal registró un aumento del 22 %.
Además, los datos sugirieron que, entre el 19 % de los artículos comprados sin contacto, la proporción de artículos tabú fue significativamente mayor. Las pruebas de embarazo representaron el 43 % de estos, y los condones, el 42 %. Según los autores del estudio, este fenómeno también se observó en otros productos farmacéuticos con potencial de vergüenza, que se adquirieron preferentemente en cajas de autoservicio.
Este efecto persistió incluso después de que los investigadores consideraran factores adicionales. Incluso cuando la compra incluía una gran cantidad de artículos o frutas y verduras frescas que primero debían pesar y escanear, los compradores del supermercado eran mucho más propensos a elegir el punto de pago digital si su carrito también contenía artículos sensibles.
Los resultados del estudio también sugieren que la comodidad y la rapidez no son los únicos factores decisivos a la hora de elegir una caja de autopago. Una transacción en una caja de autopago tarda, en promedio, 101,5 segundos más que en una caja con personal.

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