Cuando el calor no cesa. Consejos para sobrevivir al calor en interiores y exteriores.

Para afrontar los días de mucho calor, es fundamental adoptar medidas sencillas que ayuden a proteger la salud y a aumentar el confort. Mantenerse hidratado es fundamental, pero existen otros pequeños trucos que pueden ayudarte a sobrevivir los días de calor intenso: usar ropa ligera y de colores vivos, mantener las habitaciones bien ventiladas, llevar una dieta ligera e incluso tener plantas en casa. Es importante recordar que los niños, las personas mayores y las mascotas necesitan atención especial, ya que son más sensibles al calor.
La importancia del agua
Mantenerse hidratado siempre es muy importante, pero beber agua se vuelve aún más importante en los días calurosos. La pérdida de líquidos a través del sudor puede provocar deshidratación si no se repone adecuadamente. El agua también ayuda a mantener el cuerpo hidratado, previniendo síntomas como fatiga, mareos y dolores de cabeza. También es importante tener en cuenta que, en días calurosos, el agua es el principal aliado para aliviar problemas como el golpe de calor, el agotamiento por calor o la insolación. Para quienes dicen que no les gusta beber agua, siempre hay trucos como añadirle limón o naranja para darle un sabor diferente.
Además, también es posible obtener agua de diversos alimentos, especialmente de frutas, como el melón, la sandía, la piña o la naranja.
Además, el agua puede ayudar a bajar la temperatura corporal porque mejora la sensación de calor. En este sentido, no se recomiendan los baños largos, pero tomar duchas rápidas de 2 a 3 minutos con agua fría o tibia ayudará a reducir la sensación de calor.
dispositivos electrónicos
Puede que no sean tan beneficiosos para la factura de la luz a fin de mes y deben usarse con precaución para evitar daños a la salud (cuidado con los choques térmicos, que pueden causar parálisis facial), pero lo cierto es que aparatos como ventiladores y aires acondicionados son excelentes aliados en los días de calor insoportable. Hay otro truco importante: los extractores de aire también son útiles para combatir el calor: simplemente enciéndelos en la cocina después de preparar las comidas para expulsar el aire caliente o en el baño para eliminar el vapor después de la ducha.
Y aunque no parezca estar directamente relacionado con el calor, lo está: además de consumir más energía y tener una vida útil más corta, las bombillas incandescentes tradicionales generan mucho calor. Por eso deberían sustituirse por bombillas LED que ahorran electricidad, producen menos calor y reducen la necesidad de aire acondicionado, ventiladores y aparatos de aire acondicionado.
Evite el ejercicio físico. En días muy calurosos, haga una excepción y evite el ejercicio físico, especialmente durante las olas de calor intensas. Los riesgos son diversos. En primer lugar, la sobrecarga térmica. Esto se debe a que, durante el ejercicio, el cuerpo ya produce calor interno debido al aumento del metabolismo muscular. Especialmente por encima de los 30 grados, el cuerpo tiene más dificultad para disipar este calor, lo que puede provocar hipertermia, que puede causar agotamiento, calambres, deshidratación grave o golpe de calor. También existe el riesgo de estrés cardiovascular, ya que el corazón necesita esforzarse más para mantener una circulación sanguínea adecuada.
Como alternativa, puedes elegir horas más frescas del día y hacer ejercicio temprano por la mañana o a última hora de la tarde. Elegir ambientes con aire acondicionado para practicar deporte también es una excelente opción. Optar por ejercicios de menor intensidad, como yoga o pilates, también puede ser útil, al igual que los deportes acuáticos. Y, sobre todo, es fundamental no olvidar beber mucha agua para mantener el cuerpo hidratado.
Niños, ancianos y animales
Es bien sabido que el calor excesivo supone un mayor riesgo para los grupos más sensibles, como las personas mayores, los niños y las mascotas. Por lo tanto, es fundamental seguir al pie de la letra todas las normas y consejos anteriores. En resumen, en el caso de las personas mayores, es fundamental que se mantengan constantemente hidratadas, lleven ropa ligera y de colores claros, y eviten salir de casa entre las 10:00 y las 16:00. También deben optar por una dieta ligera, usar ventiladores si es necesario y optar por baños con agua tibia. Para los niños, las normas son similares: beber abundante líquido durante el día, buscar entornos ventilados y frescos, jugar en horarios seguros y optar por baños rápidos, sustituyéndolos en ocasiones por toallitas húmedas.
En el caso de las mascotas, es importante que siempre tengan agua fresca disponible y que eviten pasearlas durante las horas de más calor o a la sombra, ya que la tierra húmeda puede quemarles las patas. Si el calor es excesivo, los cubitos de hielo también son una buena opción para refrescarlas.
Cerrado durante el día, abierto por la noche.
Es un truco básico, pero muy útil y marca la diferencia para sobrevivir al calor en los días más calurosos y mantener la casa más fresca. Durante el día, es importante mantener las ventanas, cortinas y persianas cerradas, especialmente en zonas donde el sol incide directamente. Esta medida evitará que la casa se caliente demasiado.
Por la noche o temprano por la mañana, deberías hacer lo contrario: abrir las puertas y ventanas para que circule el aire fresco. Crear corrientes de aire abriendo ventanas opuestas también es un truco para refrescar la casa. Pero ten cuidado con las luces eléctricas: calientan la casa y atraen insectos.
Otra idea que funciona es instalar cortinas o persianas dentro de la casa, ya que ayudan a protegerla y a evitar el sobrecalentamiento. Si tiene balcones, los toldos también ofrecen protección y retrasan la entrada del sol a las ventanas.
Reducir la sensación térmica
Además de los baños fríos, hay otras maneras de reducir la sensación de calor. Es fundamental mantener el cuerpo hidratado y protegido del sol, y también hay que buscar maneras de refrescar el ambiente interno. Una forma es usar ropa ligera y de colores claros o, además de beber mucha agua, evitar las bebidas alcohólicas y azucaradas. Pero eso no es todo. Mojar puntos estratégicos del cuerpo, como la nuca, las muñecas o el cuello, ayuda a refrescar el cuerpo. En estos días más calurosos, si puedes, evita también el horno y la estufa, optando por cocinar en el microondas o comer comidas más ligeras que no necesiten cocinarse, como ensaladas. De hecho, la dieta es un factor muy importante para ayudarte a soportar los días más calurosos. Los jugos naturales o las bebidas energéticas también son una buena opción.
Otro consejo es, por la misma razón, secar la ropa al aire libre o utilizar la secadora sólo por la noche.
Los mejores momentos en la calle
Es bien sabido que el sol es más fuerte a ciertas horas del día que a otras. Por lo tanto, si es posible, evite salir de casa durante las horas de más calor, que suelen ser entre las 10:00 y las 16:00. Sin embargo, considerando que no siempre es posible evitar salir, procure llevar ropa más fresca y ligera, sombrero o gorra, gafas de sol y, muy importante, protección solar. Toda piel expuesta al sol debe tener un factor de protección de 30 o superior, que debe aplicarse cada dos horas, especialmente si suda.
También lleva bebidas refrescantes en un termo para mantener el agua fría por más tiempo. También lleva un atomizador con agua helada o agua termal para rociarte el cuerpo y la cara.
Los pies, que a menudo se olvidan, también necesitan cuidado. El asfalto siempre está muy caliente, por lo que conviene usar zapatos con suela gruesa.
Si vas en coche, intenta utilizar el aire acondicionado y, si utilizas el transporte público, intenta elegir uno que no esté demasiado lleno, lo que no siempre es tarea fácil.
Tener plantas en casa
Comencemos con un dato interesante: estudios de la NASA demuestran que un solo árbol puede tener el mismo efecto refrescante que dos aires acondicionados. De ahí la importancia de tener plantas en casa, especialmente por su papel en los días muy calurosos. Las plantas también transpiran, por lo que al liberar vapor de agua a través de sus hojas, refrescan el ambiente. Además, promueven un aumento de la humedad del aire, lo que no solo mejora la sensación térmica, sino que también puede aliviar molestias como la sequedad de piel, irritación ocular o garganta. Si se colocan cerca de las ventanas, también pueden evitar que entre tanto calor en las habitaciones de la casa. Al estar estratégicamente ubicadas en estas zonas, también pueden ayudar a dirigir las corrientes de aire, creando ambientes más agradables. Además, hay estudios que demuestran que las plantas reducen el estrés y aumentan la sensación de confort, lo que puede ayudarte a soportar mejor el calor. Eso sí, no olvides regarlas.
Jornal Sol