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Muchas mujeres en los puestos directivos, pero pocas en los puestos de dirección: así se mide y se combate la brecha de género en Toscana.

Muchas mujeres en los puestos directivos, pero pocas en los puestos de dirección: así se mide y se combate la brecha de género en Toscana.

El estudio Anaao Assomed Toscana, realizado en colaboración con el Laboratorio de Gestión y Atención Sanitaria (MES) de la Escuela de Estudios Avanzados Sant'Anna de Pisa, identificó varias herramientas para evaluar el desempeño de género en la atención sanitaria y posibles acciones para abordar las barreras que impiden a las mujeres alcanzar los puestos más altos. La brecha de género actual en el Sistema Nacional de Salud demuestra cómo, a pesar de representar el 70% de la fuerza laboral, las mujeres ocupan menos del 30% de los puestos directivos. Esta paradoja refleja desigualdades persistentes y aún en gran medida invisibles. Para abordar estos problemas críticos de manera estructural, Anaao Assomed Toscana y el Laboratorio de Gestión y Atención Sanitaria (MES) de la Escuela de Estudios Avanzados Sant'Anna impulsaron un proyecto de dos años que condujo al desarrollo de nuevos indicadores sensibles al género para evaluar las organizaciones públicas de atención sanitaria, que se han incluido en el portal PES (Sistema de Evaluación del Desempeño) .

Los indicadores introducidos permiten un análisis preciso de las desigualdades profesionales, el acceso a puestos directivos, las responsabilidades familiares y el absentismo laboral relacionado con la Ley 104 y la enfermedad, desglosado por género. El denominado "Indicador de Política de Personal" representa un compuesto avanzado que integra la inclusión, la equidad y el rendimiento organizacional. Estos indicadores se derivan de un estudio realizado mediante entrevistas con CUG (Comités Únicos de Garantía), Direcciones Generales y gestores médicos y sanitarios de la Región Toscana, que pusieron de manifiesto las barreras culturales y organizativas: desde la infrarrepresentación en los concursos hasta la distribución desigual de las responsabilidades familiares y la infravaloración del liderazgo femenino. El proyecto va más allá de la descripción de las desigualdades, sino que propone acciones replicables: fortalecer el seguimiento y la transparencia mediante indicadores con perspectiva de género; formación en liderazgo inclusivo y medicina de género; intervenciones sobre el lenguaje y la cultura organizacional; revisión de los criterios de evaluación y selección de personal; y promoción activa de la participación femenina en los concursos públicos, incluyendo la composición de los comités de selección.

El valor añadido de esta experiencia reside en su replicabilidad a nivel nacional. Este proyecto representa un cambio de paradigma en materia de políticas de género porque: ofrece una herramienta de benchmarking concreta para comparar las acciones implementadas por las organizaciones sanitarias en la gestión del personal médico y sanitario. Esto se logra mediante la identificación de indicadores válidos incluidos en la plataforma PES (Escuela Superior Sant'Anna, Laboratorio de Gestión y Atención Sanitaria), que permite medir los efectos de estas políticas y desarrollar estrategias que realmente impulsen un cambio de rumbo en esta área tan sensible para la gobernanza sanitaria. También proporciona una visión general de las barreras horizontales y verticales que dificultan, incluso desde una perspectiva de género, el crecimiento del personal médico y sanitario dentro de las empresas e, indirectamente, el bienestar corporativo. Además de las herramientas técnicas, el proyecto también ha destacado el valor estratégico de la formación continua y la cultura organizacional como herramientas esenciales para promover un cambio duradero. Visibilizar los mecanismos que reproducen las desigualdades permite que la evaluación del desempeño se convierta en una herramienta para la equidad y la mejora sistémica, en lugar de una mera evaluación cuantitativa.

Las direcciones de las empresas implicadas han expresado un interés genuino en adoptar herramientas de análisis objetivo, útiles no solo para garantizar el cumplimiento normativo, sino también para promover entornos de trabajo más atractivos, inclusivos y resilientes. Este enfoque, que integra la evaluación del desempeño, el bienestar organizacional y el desarrollo de habilidades, está plenamente alineado con los objetivos de modernización de la administración pública. El proceso iniciado en Toscana, con el apoyo científico del Laboratorio MeS, representa un modelo de codiseño eficaz entre sindicatos, instituciones e investigación pública, capaz de generar impactos mensurables. El valor añadido del proyecto reside también en su replicabilidad a nivel nacional, proporcionando una base concreta para extender el enfoque de género a otros contextos regionales y sanitarios. Es un ejemplo concreto de cómo las políticas de género pueden evolucionar más allá de la mera sensibilización, convirtiéndose en una parte integral y estratégica de la gobernanza de las organizaciones sanitarias: medible, verificable y mejorable a lo largo del tiempo.

*Anao Toscana

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