Calor: hielo y riesgo para la salud, las normas para bares, restaurantes, pubs y discotecas

El hielo utilizado para enfriar cócteles y bebidas puede ser peligroso para la salud, como nos recuerdan noticias recientes: hace tan solo unos días, 25 personas acabaron hospitalizadas tras consumir bebidas en una discoteca. «Investigaciones de la Universidad de Palermo y análisis realizados en la zona por los organismos responsables de verificar las condiciones de higiene, producción, conservación y manipulación demuestran que el hielo puede ser una fuente de peligro para el consumidor si no se siguen los procedimientos correctos de producción, mantenimiento y administración», subraya una nota del Inga, el Instituto Nacional del Hielo para Alimentos, que destaca que «lamentablemente, quienes trabajan en este sector no siempre implementan todos los procedimientos de calidad del producto exigidos por la ley».

En particular, Inga se centra en los métodos para cumplir las normas para la correcta desinfección y gestión de espacios, personas y máquinas de hielo, con el fin de evitar riesgos potenciales para la salud del consumidor. De hecho, el Instituto, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, para ofrecer a operadores y consumidores una herramienta útil, ha desarrollado desde hace tiempo el manual de buenas prácticas de higiene para la producción industrial y autofabricación de hielo comestible, que incluye una lista de verificación con todas las instrucciones operativas para una producción que proteja al consumidor.

Estas son las prácticas correctas a seguir en la producción para que el hielo esté libre de contaminantes físicos, químicos y, sobre todo, biológicos, y sea seguro: usar solo agua potable que cumpla con la normativa; desinfectar regularmente la maquinaria de producción y almacenamiento; evitar prácticas incorrectas, como tomar hielo con vasos o con las manos descubiertas; y capacitar adecuadamente al personal de APPCC sobre el uso y la manipulación del hielo. Además, entre las diversas soluciones, «Inga también sugiere la hipótesis de abastecerse de empresas certificadas por Inga que producen hielo comestible, capaces de garantizar el máximo nivel de calidad e higiene. La Autoridad responsable de supervisar el cumplimiento de la legislación vigente en el territorio presta cada vez más atención a este mercado, a menudo subestimado en el pasado, pero que, sin embargo, cobra importancia, ya que ahora se ha incorporado a la alimentación diaria italiana».