¡Deja de decirme que baje mi cortisol! ¡Me está estresando!

Aparentemente podría cambiar la forma de mi cara, agregarle kilos a mi abdomen e incluso hacer que se me caiga el cabello.

Siento que las advertencias sobre el cortisol, una hormona del estrés de la que sé muy poco, han invadido mis redes sociales. Veo publicaciones que me aconsejan tomar un cóctel de cortisol (una mezcla de zumo de naranja, agua de coco y sal marina), tomar diversos suplementos y masajearme las sienes con bálsamo de lavanda.

No saber qué tan altos son mis niveles de cortisol hace que sea difícil saber si necesito bajarlos o no, pero ahora que lo pienso mis mejillas se ven un poco más hinchadas de lo normal y mis jeans han comenzado a sentirse un poco apretados.

El cortisol es una de las varias hormonas que ayudan a controlar la respuesta de nuestro cuerpo al estrés. Producido por las glándulas suprarrenales, desempeña un papel vital en todo lo que hacemos, desde asegurarnos de despertarnos por la mañana hasta poder conciliar el sueño por la noche.

Sin él, moriríamos, pero es un equilibrio delicado. Un exceso de cortisol también puede causar numerosos problemas de salud. Entonces, si estoy estresado y mi cuerpo se resiente por el exceso de cortisol, ¿cómo puedo solucionarlo?

Cojo el teléfono y empiezo a revisar mis redes sociales. Una de las primeras publicaciones que me aconsejan es apagar el teléfono; me estresa mucho. Y, por cierto, deja de hacer doomscrolling.

Hace 10 minutos no sabía nada sobre mis niveles de cortisol; ahora puedo sentir que están aumentando.

"Es muy probable que vivamos con niveles más altos de cortisol en nuestros sistemas", dice John Wass, profesor de Endocrinología en la Universidad de Oxford, "en parte porque hay mucho más estrés en el mundo, nunca podemos desconectarnos para empezar.

"Con los teléfonos inteligentes no puedes tener un momento de paz".

Pero el profesor Wass cuestiona el vínculo directo que a menudo se establece en las redes sociales entre los niveles de cortisol y los cambios en nuestro cuerpo, describiéndolo como "engañoso".

"Todos estos cambios —aumento de peso, hinchazón facial— pueden tener muchas otras razones: una mala noche de sueño, ciertos medicamentos, exceso de sal, exceso de alcohol, por ejemplo", dice. "Es muy improbable que los niveles de cortisol sean los únicos responsables; es un panorama complejo".

Como directora general de una pequeña empresa tecnológica, Jasleen Kaur Carroll, a sus veintitantos años, estaba en su mejor momento. Pero le costaba desconectar y el trabajo se convirtió en su vida.

Con el tiempo, las cosas se volvieron tan intensas (Jasleen se sentía bajo una presión constante) que experimentó agotamiento, un agotamiento físico, mental y emocional total.

"Empecé a sentirme como un zombi, como si todo a mi alrededor se derrumbara", explica la londinense de 33 años. "Pero me decía: 'Soy Jas, soy fuerte, puedo seguir adelante'".

Jasleen recurrió a las redes sociales en busca de consejos sobre cómo desestresarse y reducir sus niveles de cortisol.

"Lo que sea, lo he probado", dice. "El cóctel de cortisol, las pastillas de ashwagandha, la cúrcuma, los suplementos de pimienta negra, el bálsamo de lavanda en la frente... lo que sea".

Pero nada funcionó. El cuerpo de Jasleen empezó a fallar, y el estrés al que estaba sometida desencadenó un brote de una enfermedad autoinmune llamada lupus, en la que el sistema inmunitario se descontrola y empieza a atacar por error a las células sanas.

"Bajé muchísimo de peso, tenía fuertes dolores articulares y me costaba respirar porque tenía líquido en los pulmones", dice. "También me advirtieron que no intentara tener un bebé debido a mi estado de salud".

Mientras estaba en el hospital recibiendo tratamiento para el lupus, Jasleen se dio cuenta de que en lugar de intentar arreglarse usando trucos en las redes sociales, tenía que detenerse, tomarse un tiempo y buscar ayuda.

"Intentaba combatir todos los síntomas del estrés", dice. "En cambio, necesitaba abordar la causa".

Al hacer terapia, trabajó sobre el trauma que había experimentado en la infancia y comenzó a practicar la atención plena, algo que le enseñó a vivir más en el momento.

"El estrés es maravilloso", afirma el terapeuta Neil Shah, director de la Sociedad para el Manejo del Estrés. "Hormonas como la adrenalina y el cortisol son vitales para protegernos de una posible amenaza".

"Los problemas surgen cuando percibimos amenazas por todas partes, y la sociedad en la que vivimos, que funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, no ayuda a eso".

Neil le aconsejó a Jasleen que intentara estar al aire libre, descalza sobre el césped. Jasleen no estaba convencida, pero decidió intentarlo.

«En ese momento habría intentado cualquier cosa», dice.

Un día después de hablar con Jasleen, estoy en una videollamada con una coach de mindfulness de Breathworks, una organización benéfica especializada en el manejo del dolor y el estrés. Hay otros 12 participantes que quieren aprender a gestionar sus niveles de estrés y mejorar su salud general.

Algunos estudios sugieren que actividades como la atención plena pueden tener un efecto positivo en los niveles de cortisol, ayudando a regular el sistema de respuesta al estrés.

Los estudios han demostrado que concentrarse en el momento, en lugar de quedarse atrapado en el pasado o mirar hacia el futuro, también puede ayudar a cambiar la estructura del cerebro y mejorar la resiliencia al estrés.

Mi coach de mindfulness, Karen Liebenguth, tiene una voz cálida y tranquilizadora. Me siento escéptica cuando me dice que sostenga una pasa y la mire, la sienta, la huela, la escuche y, finalmente, me la lleve a la boca.

Al masticarla, empiezo a comprender que estoy comiendo conscientemente. Mi único pensamiento es la pasa, su sabor y su textura. Y, por primera vez ese día, mi atención se centra en el momento presente.

David Creswell, profesor de psicología y experto en resiliencia al estrés, dice que la atención plena es una de varias técnicas que ayudan a algunas personas a reducir los niveles de cortisol, y el ejercicio, llevar un diario, cultivar relaciones cercanas y la terapia cognitivo-conductual (TCC) también pueden ayudar.

"Curiosamente, cada técnica nos entrena para que, a veces, nos sentemos con incomodidad", dice el profesor Creswell. "Son como pequeños miniestresores que podrían ayudarnos a lidiar con los grandes estresores que la vida nos presenta".

Los expertos advierten que algunas "soluciones rápidas" de las redes sociales no sólo no abordan los problemas reales que muchas personas podrían estar experimentando, sino que también pueden impedir que quienes necesitan tratamiento médico busquen ayuda.

"A menudo nos ofrecen soluciones simplistas para un problema complejo y potencialmente más grave", explica el profesor Sir Cary Cooper, experto en bienestar.

Parece desconcertado cuando le cuento los ingredientes del cóctel de cortisol que a menudo veo promocionado en las redes sociales.

"Quiero decir, no va a hacer ningún daño", dice, "pero ciertamente no va a bajar tus niveles de cortisol".

El profesor Carey dice que los cambios corporales repentinos deben ser evaluados por un profesional médico para asegurarse de que no haya problemas de salud física.

Los niveles altos de cortisol pueden causar aumento de peso en la cara, la parte superior de la espalda y el abdomen, lo que podría indicar una afección muy poco común llamada síndrome de Cushing. La causa más común es el uso prolongado de dosis altas de esteroides.

A veces, un pequeño crecimiento benigno en la hipófisis (cerca del cerebro) o en las glándulas suprarrenales (cerca de los riñones) también puede provocar una liberación excesiva de cortisol. Estas glándulas ayudan a controlar la cantidad de ciertas hormonas en el cuerpo, incluido el cortisol.

Si estás estresado, «no tiene mucho sentido tratar solo los síntomas», afirma el profesor Carey. «Todo se reduce a la causa, y esta podría provenir de una mala relación, preocupaciones económicas o problemas familiares».

"Soluciones simples en las redes sociales no van a resolver esto".

Jasleen tiene un nuevo trabajo en una importante empresa de marketing digital. A pesar de que le advirtieron que podría no concebir, dio a luz a una niña hace ocho meses.

Está decidida a no repetir el agotamiento que experimentó en el pasado, por lo que todas las mañanas, sin falta, dice, realiza varios ejercicios.

Cada uno afirma estimular el sistema nervioso, lo que la ayuda a relajarse y reducir sus niveles de estrés.

"Me doy golpecitos suaves en el cuerpo, conectándome a la tierra", explica Jasleen. "Sostengo una pelota imaginaria entre las manos y me cepillo el cuerpo en seco, acariciando mi piel y visualizando la sangre fluyendo hacia mi corazón".

Jasleen tiene una vida ajetreada, una carrera exitosa y una niña a su cargo, pero dice que es mucho más consciente de sus límites. En general, evita las actividades sociales y ahora su vida es más tranquila.

"Aún hay elementos que me estresan", dice Jasleen. "¡Pero ahora tengo herramientas para gestionarlo y puedo aceptar el caos!"