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Muerte asistida: «Más allá de las directivas anticipadas a distancia, escribir es necesario cuando sabes que estás condenado»

Muerte asistida: «Más allá de las directivas anticipadas a distancia, escribir es necesario cuando sabes que estás condenado»

Mientras la Asamblea Nacional examina la legalización de la muerte asistida, un detalle aparentemente técnico amenaza con socavar el equilibrio ético del proyecto de ley: la ausencia de obligación de una solicitud escrita por parte del paciente, ya que sabe que está destinado a morir en el corto plazo, lo que se distingue de una vieja directiva posiblemente elaborada cuando tiene buena salud.

En Bélgica, donde llevo más de veinte años acompañando a pacientes al final de su vida, la solicitud escrita es el centro del proceso. No endurece el enfoque: garantiza su profundidad. Es un faro. Una forma de decir: esta decisión es mía, meditada y compromete mi conciencia. Las palabras solas no son suficientes Es, por naturaleza, fugaz, sujeta a interpretación, a veces ambivalente. Puede retorcerse bajo el peso del dolor, de los afectos o de presiones difusas, incluso involuntarias. La escritura fija la voluntad. Deja una marca. Permite releer, conectar. Él protege. Todas las partes.

Tomemos el caso de Clara [nombre cambiado] , una paciente con cáncer terminal. Durante varias semanas me habló, en voz baja, sobre la idea de morir. Pero fue el día que escribió su petición, sola en su habitación, cuando su posición quedó clara. Al día siguiente me dijo: "Creo que entiendo lo que quiero". No está muriendo. Ya no se sufre así. " No fue un cambio de mentalidad: fue una aclaración nacida del acto de escribir.

Escribir transforma la conciencia. Más allá de las lejanas directivas anticipadas, es necesaria cuando uno sabe que está condenado. Impone una relación con uno mismo. Nos obliga a expresar lo indecible. Este enfrentamiento, lejos de ser una formalidad administrativa, se convierte en un espacio de desarrollo. Para muchos, es incluso un acto de alivio: "Por fin he podido decir lo que llevo puesto". Para otros, es una revelación: todavía no es el momento.

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lemonde

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