Ineficaces e incluso arriesgados: cuidado con estos métodos que prometen perder grasa y celulitis

"¿Bajar de peso sin cirugía? ¡Es posible!", promete un centro de medicina estética. "En tan solo unas semanas, tu figura se verá mejorada y remodelada", añade otro, "con una reducción de hasta un 30 % en las células grasas". "Este tratamiento actúa sobre el tejido graso licuando la grasa, lo que ayuda a disolver los depósitos de grasa", añade un tercero.
Perder grasa, reducir la cintura o eliminar la celulitis sin esfuerzo: estas promesas son habituales en centros y consultas de estética, donde surgen nuevos métodos constantemente. Entre las muchas opciones disponibles se encuentran la criolipólisis (una técnica de frío), el ultrasonido (ondas sonoras), la radiofrecuencia (ondas electromagnéticas) y los LED (luz infrarroja).
Tenga en cuenta que si bien hay tres tipos de grasa (debajo de la capa más profunda de la piel, alrededor del estómago y en los músculos), la celulitis es solo un concepto sin ninguna realidad científica real.
«La celulitis se considera generalmente un problema estético, principalmente en mujeres, causado por depósitos de grasa en ciertas zonas, como los glúteos, las caderas o los muslos. Pero en términos médicos, la celulitis es algo completamente distinto (una infección del tejido subcutáneo, nota del editor)», explica la venereóloga-dermatóloga Marie-Estelle Roux.
"Hay mujeres que tienen celulitis, es decir, una apariencia de hoyuelos en la piel en ciertas zonas, pero que no tienen mucha grasa", matiza la mujer, también miembro del Sindicato Nacional de Dermatólogos y Venereólogos. "Así que, sin duda, se puede ser delgada y tener celulitis".
Pero ¿podemos deshacernos de ellos? Para David Boccara, cirujano plástico del Hospital Saint-Louis (AP-HP), especialista en el tema, la eficacia de los métodos que se ofrecen en las consultas estéticas sigue siendo "modesta" para las personas delgadas que desean eliminar uno o dos bultos, e inexistente para las personas con sobrepeso.
Sí, ciertos métodos pueden, en algunas personas y en ciertas zonas, estimular la circulación venosa y linfática, disolver los depósitos fibrosos y suavizar la piel. Pero esto es temporal. En la mayoría de los casos, solo modifica la distribución del tejido graso.
"Ningún método realmente te hace perder grasa, y mucho menos kilos".
Estos métodos suelen ser muy costosos (del orden de varios cientos de euros) y, en ocasiones, pueden conllevar complicaciones. Estas van desde efectos secundarios estéticos (como ahuecamiento en las zonas tratadas o un cambio en la masa grasa) hasta complicaciones médicas más graves.
Dado que los riesgos asociados al uso de algunas de estas máquinas son reales, lamenta David Boccara, también profesor de la Universidad de París, especializado en cirugía plástica estética reconstructiva. Por ejemplo, con la criolipólisis, este médico ha registrado casos de quemaduras graves que requirieron cirugía e injertos tras la necrosis.
En un informe de evaluación publicado en 2018, la Autoridad Nacional de Salud de Francia (HAS) denunció complicaciones graves (quemaduras, hernias, aumento localizado del tejido adiposo) y concluyó que la práctica de la criolipólisis presenta un riesgo grave para la salud humana. La HAS también señaló defectos de seguridad y calidad en los dispositivos, así como la falta de formación del personal que los manipula.
"En cualquier caso, ya sea para perder tejido graso o para reafirmar la piel, nada será tan eficaz como una alimentación sana, pobre en azúcares refinados, así como una actividad física regular, especialmente agua para estimular el drenaje linfático", recuerda la dermatóloga Marie-Estelle Roux.
"En realidad no existe una cura milagrosa para la celulitis".
Aunque el tejido adiposo a menudo se reduce a una masa de grasa de la que nos gustaría deshacernos, cumple importantes funciones fisiológicas. De hecho, es una importante reserva de energía.
"Cuando es necesario, los triglicéridos de los adipocitos pueden descomponerse para formar ácidos grasos y sustancias llamadas gliceroles", explica Vidal. Estos se convierten en glucosa, que se transporta por la sangre para proporcionar energía a los órganos y al cerebro.
También es importante recordar que el cuerpo humano está diseñado para almacenar grasa; el tejido adiposo aparece en el feto ya en el segundo trimestre del embarazo. En hombres sanos sin sobrepeso, la grasa representa entre el 15 % y el 20 % del peso corporal. En las mujeres, la proporción es mayor: entre el 20 % y el 25 %.
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