Bacterias carnívoras: “¿Realmente tenemos que esperar a que muera alguien para que las cosas cambien?”

Desde que su hermana estuvo a punto de ser amputada, o incluso asesinada, tras ser infectada por una bacteria marina muy rara en la playa principal de San Juan de Luz, Arnaud de Malherbe ha luchado para que este caso no quede en la indiferencia. Mediante reuniones, cartas y alertas, durante casi un año, ha instado a las autoridades locales y nacionales a que sistemicen las pruebas de Vibrio vulnificus.
A. R. de Malherbe, hermano de la septuagenaria infectada con la bacteria Vibrio vulnificus (la "bacteria carnívora"), intervino en una reunión pública organizada a principios de julio para combatir las ideas preconcebidas sobre la calidad de las aguas de baño en San Juan de Luz. Relató la terrible experiencia de su hermana y pidió vigilancia en junio. Posteriormente, relató a "Sud Ouest " la lucha que lleva librando casi un año para garantizar que se realicen análisis sistemáticos de la bacteria.
Poco después del incidente, Arnaud de Malherbe contactó con el ayuntamiento de San Juan de Luz con la esperanza de alertar al concejal Jean-François Irigoyen sobre la presencia de una bacteria peligrosa en la bahía. Sin embargo, el municipio lo remitió a la comunidad urbana, responsable de la calidad del agua. Finalmente, se organizó una reunión el 16 de octubre en la sede de Urrugne. «Había solicitado que el ayuntamiento estuviera representado, pero nadie vino», lamenta.

Antes y después de la reunión, Arnaud de Malherbe intercambió numerosas cartas con la alcaldía de San Juan de Luz. «Tenía la sensación de que nadie se tomaba este asunto en serio», confesó. El 29 de septiembre, recibió su primera respuesta: «Lamentamos mucho saberlo. Se trata de un grave accidente que ocurre por primera vez en la zona». Le siguieron otras cartas, pero no lograron convencerlo. Hoy, acusa al municipio de falta de consideración hacia su hermana, víctima de un incidente tan inusual como grave.
"Todos se pasan la pelota"Luego contactó con la Agencia Regional de Salud (ARS), el Instituto Pasteur , el centro de toxicología de Burdeos y varios especialistas en enfermedades infecciosas. «Se supone que innumerables organizaciones se ocupan de estos problemas, pero todos se están pasando la pelota», se enfurece. En su estrategia, también contactó con el Ministerio de Salud. Se suponía que se celebraría una reunión en noviembre para tratar el tema y desarrollar protocolos de investigación. Pero hasta la fecha, según Arnaud de Malherbe, nunca se ha celebrado.
Controlamos el tamaño de una fresa, lo cual no es gran cosa, pero evitamos un peligro mortal.
Su hermana no presentó ninguna denuncia, por consejo de un abogado, quien le explicó que la ley no exige realizar pruebas para esta bacteria, lo que convierte el procedimiento en "un caso perdido". "Es la Unión Europea la que establece las bacterias que se deben analizar al monitorear la calidad del agua. Hoy en día, el Vibrio vulnificus no es una de ellas. Estamos comprobando el tamaño de una fresa, lo cual no es gran cosa, pero estamos pasando por alto un peligro mortal. La bacteria es rara, pero se desarrolla a medida que el agua se calienta. ¿De verdad tenemos que esperar a que haya una muerte para que las cosas cambien?"