¡Mucho ojo! Riesgos que debes evitar al comprar pescado congelado


Al prestar atención a su origen, estado, y a las condiciones de conservación, puedes disfrutarlo sin correr riesgos innecesarios. Ser un consumidor informado es la mejor forma de proteger tu salud y la de tu familia. CANVA
El pescado congelado es una opción práctica y accesible que permite conservar por más tiempo un alimento altamente nutritivo. Sin embargo, no está exento de riesgos para la salud si no se manipula, transporta o conserva adecuadamente. A continuación, te explicamos cuáles son los principales peligros que puede presentar el pescado congelado y qué medidas puedes tomar para prevenirlos y consumirlo de forma segura.
LEE: Las razones por las que no debes explotar el plástico de burbujas Principales riesgos del pescado congelado- Contaminación por bacterias o parásitos: Uno de los peligros más comunes es la presencia de bacterias como Listeria monocytogenes, Salmonella o Clostridium botulinum, que pueden proliferar si la cadena de frío se rompe en algún momento del transporte o almacenamiento. También existe el riesgo de parásitos como el Anisakis, especialmente en pescados como merluza, salmón o bacalao.
- Descomposición por pérdida de cadena de frío: El pescado congelado debe mantenerse a una temperatura constante de -18°C o menos. Si se descongela parcialmente durante su traslado o almacenaje (por ejemplo, en supermercados sin buena refrigeración) puede comenzar a deteriorarse aunque visualmente parezca estar en buen estado.
- Presencia de aditivos o químicos: Algunos productos pueden incluir fosfatos, sulfitos u otros aditivos para mejorar su textura, peso o apariencia. Aunque su uso está regulado, un consumo frecuente o excesivo puede representar un riesgo para personas con alergias o problemas renales.
- Información engañosa o etiquetas incompletas: En ocasiones, los productos no indican claramente el país de origen, el método de pesca o la fecha real de congelación. Esto impide conocer la frescura del alimento o si ha sido descongelado previamente (lo cual no debe congelarse de nuevo).
- Compra en lugares confiables: Elige tiendas o supermercados que mantengan una correcta refrigeración y buena rotación de productos. Fíjate que los congeladores estén cerrados y sin exceso de escarcha o productos derretidos.
- Lee bien la etiqueta: Revisa siempre la información del empaque: nombre del producto, fecha de congelación, caducidad, país de origen, lote, y si tiene aditivos. Evita aquellos que no indiquen claramente estos datos.
- Evita empaques rotos o con escarcha: El exceso de hielo en el envase o bolsas rotas pueden indicar que el producto ha sido descongelado y vuelto a congelar, lo cual compromete su calidad y seguridad.
- Mantén la cadena de frío: Lleva una hielera o bolsa térmica si vas a tardar en llegar a casa. Guarda el pescado congelado en el congelador tan pronto como sea posible después de la compra.
- Cocina adecuadamente: Cocina el pescado a una temperatura interna de al menos 63°C. Si vas a consumirlo crudo o semicrudo (como en sushi o ceviche), asegúrate de que haya sido previamente congelado a -20°C por al menos 24 horas para eliminar parásitos.
El pescado congelado es una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, pero requiere cuidados especiales para que sea seguro. Al prestar atención a su origen, estado, y a las condiciones de conservación, puedes disfrutarlo sin correr riesgos innecesarios. Ser un consumidor informado es la mejor forma de proteger tu salud y la de tu familia.
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