Conoce cuáles son los hábitos que combaten el cansancio crónico

¿Llegas a tu casa y lo único que quieres o puedes hacer es tumbarte en tu cama y dormir hasta el día siguiente? Este agotamiento extremo puede ser un síntoma del síndrome de fatiga crónica (SFC) o encefalomielitis miálgica, un trastorno debilitante que puede empeorar con el esfuerzo físico o mental.
LEE: ¿Por qué los días grises te hacen sentir desanimado? ¿Qué es el cansancio crónico y cuáles son sus síntomas?Más allá de lo que parece, el cansancio crónico no solamente es sentirse agotado después de una jornada laboral o de un día de escuela. Se trata de una sensación de cansancio extremo, el cual, no tiende a mejorar aun con descansos prolongados. Además, se caracteriza por tener los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza frecuente.
- Problemas para dormir, como insomnio o sueño poco reparador.
- Dolor de garganta recurrente sin signos de infección.
- Dificultad para concentrarse y problemas de memoria.
- Síntomas que empeoran tras la actividad física o mental.
- Dolor muscular o articular inexplicable.
Si cuentas con más de uno de estos síntomas y llevas con ellos más de 6 meses, te recomendamos acudir con un especialista y obtener resultados más certeros.
Causas del cansancio crónicoA pesar de que se ha avanzado de forma significativa en la investigación del tema, no se ha logrado identificar una única causa para esta afectación. Sin embargo se cree que una combinación de factores pueden derivar a esto.
- Alteraciones en el sistema inmunitario: Algunas investigaciones sugieren que las personas con fatiga crónica (SFC) pueden tener un sistema inmunológico hiperactivo, lo que provoca una respuesta inflamatoria constante.
- Infecciones virales: Infecciones como el virus de Epstein-Barr o el citomegalovirus podrían estar relacionadas con el desarrollo del cansancio crónico.
- Trastornos del sueño: Un mal descanso puede empeorar los síntomas de fatiga. Muchas personas con SFC también sufren trastornos del sueño, lo que impide la correcta recuperación del organismo.
- Desequilibrios hormonales: Algunos estudios han señalado que los niveles anormales de ciertas hormonas pueden contribuir a la sensación de agotamiento persistente.
- Factores neurológicos y estrés: Las personas con SFC pueden presentar alteraciones en el sistema nervioso central, afectando la regulación del sueño, el dolor y la energía.
Si buscas acabar con este malestar, te recomendamos adoptar hábitos más saludables como una alimentación equilibrada y gestionar el estrés, esto marcará una gran diferencia en tu energía diaria. Además, en personas con lipedema, abordar la inflamación y mejorar la circulación sanguínea puede reducir significativamente la sensación de fatiga.
Te recordamos que si realmente quieres mejorar, necesitarás ser constante y mantener tus nuevos hábitos el tiempo que sea necesario.
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