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Luisa Martos, dermatóloga: "La fotoprotección solar sí es eficaz, pero no es infalible por sí sola"

Luisa Martos, dermatóloga: "La fotoprotección solar sí es eficaz, pero no es infalible por sí sola"

En 2024, la incidencia de melanoma aumentó con más de 7.800 casos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Estos datos han situado al cáncer de piel como el octavo cáncer más diagnosticado en nuestro país. En este sentido, la exposición al sol sigue siendo la llamada de atención de muchos dermatólogos, que como Luisa Martos, recomiendan una intensa vigilancia de los lunares o manchas tras pasar largas horas al sol, sobre todo cuando llega el verano. Desde 20minutos, hablamos con la dermatóloga de la Unidad de Dermatología de ENEA Clínica para dar respuesta a muchas de las inquietudes de los pacientes.

¿Puede el sol hacer que aparezcan o crezcan los lunares y cambiarlos de color?

Cuando llega al calor, aquellas personas con más lunares o predisposición a tenerlos se hacen la misma pregunta: ¿Cómo afecta el sol al crecimiento de mi lunar? ¿Pueden aparecerme más? Lo cierto es que según la dermatóloga Martos, sí. "La exposición al sol puede estimular la aparición de nuevos lunares, sobre todo en personas jóvenes o con predisposición genética, y puede hacer que algunos lunares existentes se oscurezcan o crezcan ligeramente", explica a 20minutos.

Pero, ¿realmente qué significa esto? Para entenderlo hay que comprender qué efecto tiene el sol en nuestra piel. "Esto ocurre por el efecto de los rayos UV sobre los melanocitos (células productoras de melanina). No obstante, un cambio brusco de tamaño, forma, color o borde debe ser valorado por un dermatólogo, ya que podría ser signo de atipia o melanoma", añade.

¿Es suficiente la crema solar para proteger los lunares?
La crema solar es y debe ser de obligado uso durante los 365 días del año.
La crema solar es y debe ser de obligado uso durante los 365 días del año.
iStock

La crema solar es y debe ser de obligado uso durante los 365 días del año. Sin embargo, el verano se convierte en la estación en la que más hay que incidir en su utilización. La exposición al sol en playas y piscinas durante horas someten a la piel a un proceso que, en el peor de los casos, puede provocar quemaduras. No hay dudas de que el uso de la crema solar es totalmente efectivo, pero la protección va mucho más allá. "La fotoprotección solar sí es eficaz, pero no es infalible por sí sola", admite Martos, mientras recomienda así los siguientes puntos para una protección total de los lunares:

  • Usar un fotoprotector SPF 50+, amplio espectro (UVA/UVB), preferiblemente resistente al agua.
  • Reaplicar cada 2 horas, o antes si hay sudor, baño o roce.
  • Complementar con ropa, gorros y gafas de sol.
  • Evitar el sol directo en las horas centrales del día (12h–16h).
¿Qué tengo que hacer si el sol quema parte de la piel en la que tengo lunares?

En el peor de los casos, la piel expuesta al sol puede sufrir quemaduras leves, y en otros casos graves. Esta se manifiestan en la piel con un cambio de color a rojo que, a menudo, va acompañado de dolor y escozor. En este sentido, esta área afectada puede coincidir con zonas de lunares que también han sufrido los efectos del sol. En este sentido, la experta en dermatología da a 20minutos las claves a seguir en esta situación:

  • Aplicar productos calmantes (tipo cremas reparadoras).
  • No rascar ni arrancar costras si se forman.
  • Vigilar el lunar en las semanas siguientes: si cambia de color, tamaño o forma, o si sangra, acudir al dermatólogo.
  • Si la quemadura es importante o recurrente, conviene una revisión completa de lunares.

"Las quemaduras solares repetidas son un factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel, por lo que es fundamental protegerse bien en futuras exposiciones", recuerda Martos.

¿Cuál es la mejor forma de vigilar los lunares?
La autoexploración y la observación de irregularidades en los lunares es clave en la prevención del melanoma.
La autoexploración y la observación de irregularidades en los lunares es clave en la prevención del melanoma.
Getty Images

La vigilancia de los lunares es la recomendación por excelencia de los dermatólogos. Pese a que algunos pueden no presentar problemas, tener localizados y estudiados nuestros lunares es la mayor prevención ante la aparición de un melanoma. Así pues, los expertos como Martos, siempre aconsejan la regla ABCDE para llevar a cabo una autoexploración completa y paso por paso.

  • A: Asimetría.
  • B: Bordes irregulares.
  • C: Color variable.
  • D: Diámetro >6 mm.
  • E: Evolución o cambio reciente.

Además, la experta recomienda a los lectores de 20minutos hacer fotografías de control con buena luz y una revisión dermatológica anual. No obstante, si eres un paciente que presenta lunares atípicos o antecedentes familiares, la dermatóloga aconseja someterse a una dermatoscopia digital. "Esta técnica permite observar los lunares con una cámara especial que amplía y detalla su estructura interna, no visible a simple vista. Estas imágenes se guardan en un ordenador y se comparan con futuras revisiones para detectar cambios mínimos", nos explica.

¿Cuántos tipos de lunares hay y cuáles son los más peligrosos?

Lo cierto es que en consultas de dermatología se pueden ver varios tipos de lunares, pero hay dos que, según la dermatóloga, requieren más vigilancia: "los nevus displásicos o lunares con cambios sospechosos". Así pues, de forma general se pueden encontrar:

  • Lunares comunes (nevus melanocíticos): redondos, marrones, pequeños, simétricos.
  • Nevus congénitos: presentes desde el nacimiento; los grandes tienen más riesgo de malignizar.
  • Nevus displásicos o atípicos: irregulares, con varios tonos; pueden tener mayor riesgo de transformación.
  • Lunares adquiridos (léntigos solares, queratosis seborreicas): no son lunares; aparecen con la edad, muchos por el sol.
¿Cuál es el tipo de lunar que más se ve en un diagnóstico de melanoma?
Ante cualquier sospecha de melanoma debemos acudir al dermatólogo
Ante cualquier sospecha de melanoma debemos acudir al dermatólogo
iStockphoto

"Aunque la mayoría de los melanomas surgen sobre piel sana, se ha observado que algunos tipos de lunares están más presentes en los diagnósticos de melanoma", explica Luisa Martos. La experta señala al anteriormente citado nevus displásico o atípico, como el tipo de lunar que tiene más "riesgo de transformarse en melanoma".

Aun así, el riesgo no es solo ese, ya que la dermatóloga también señala a "personas con múltiples lunares (más de 50) y personas con piel clara o con historia de quemaduras solares en la infancia" como un factor de riesgo.

Además, la especialista señala que "hay formas de melanoma más frecuentes en ciertas zonas, como el melanoma lentiginoso acral, que aparece en palmas, plantas o debajo de las uñas, especialmente en personas con piel más oscura".

¿Qué problemas son más comunes en una consulta dermatológica?
Las consultas más comunes en dermatología.
Las consultas más comunes en dermatología.
Freepik

La prevención es una de las partes más importante en el día a día de los pacientes. Sin embargo, las consultas a menudo se llenan de problemas ya avanzados que ponen de manifiesto una falta del cuidado de la piel. En este sentido, la dermatóloga Luisa Martos nos cuenta que cada vez son más comunes las visitas que tienen como denominador común la exposición al sol y que son las siguientes:

  • Quemaduras solares y manchas solares (lentigos).
  • Fotoenvejecimiento prematuro por el daño solar mantenido.
  • Cambios en lunares tras la exposición al sol o por tratamientos láseres.
  • Queratosis actínicas (lesiones premalignas por daño solar crónico).
  • Reacciones a perfumes con el sol (dermatitis fotoalérgica).
20minutos

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