El test de flotación en bebés, ¿una práctica contra los ahogamientos que es segura o peligrosa?

Los ahogamientos son una de las principales preocupaciones de muchas familias durante el verano y, por desgracia, son bastante frecuentes en nuestra sociedad. Una supervisión constante de los padres es necesaria y no se puede sustituir por otras técnicas, como serían los test de flotación de bebés.
Existen estudios que afirman que iniciar las clases entre los 1 y 4 años disminuye la tasa de ahogamientos. Sin embargo, “impartir clases de natación a los niños pequeños que no han adquirido suficientes habilidades no evita los ahogamientos, ni proporciona una protección completa, por lo cual es necesario mantener una supervisión continua”, subraya la doctora Mariana Annese, del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Barcelona.
De hecho, la doctora recuerda que la Academia Americana de Pediatria (AAP) no recomienda las clases de natación en menores de un año, pero sí aconseja que los padres y los bebés tomen juntos clases de matronatación en centros especializados, pues es una excelente manera de familiarizarse con el entorno acuático y comenzar a preparar al bebé para la natación.

Dra. Mariana Annese, del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Barcelona.
QuirónsaludExiste una metodología Infant Swimming Resource (ISR), conocida como test de flotación, que es un método preventivo de auto rescate acuático para niños. Por medio de esta técnica, ellos aprenden a darse la vuelta y a quedarse en una posición flotando de espalda que les permite descansar y respirar.
Una técnica que conlleva riesgos
Sobre esta práctica, la doctora advierte que se trata de una práctica que puede tener riesgos, especialmente si el bebé no se encuentra física o emocionalmente preparado. Al mismo tiempo, la especialista asegura que “puede ser potencialmente peligrosa”.
Considera, por tanto, que siempre es importante individualizar la recomendación, al mismo tiempo que contar con la valoración previa de un pediatra, realizar esta técnica con instructor certificado y bajo supervisión continuada. Aparte, por supuesto, de estar atento a posibles complicaciones durante la práctica, como son la aspiración de agua y la realización de una rápida actuación si fuera necesario.
Test de flotación Esta técnica preventiva permite al bebé aprender a darse la vuelta y a quedarse flotando de espalda, pero conlleva riesgos“La decisión de cuándo un niño debe iniciar dichas clases debe ser individualizada y es muy importante que los padres tengan en cuenta la frecuencia de exposición al agua, la madurez emocional, las limitaciones físicas, etc. Es un tema muy controvertido, dentro de las recomendaciones está la de la AEP de enseñar a nadar a los niños a partir de los 3-4 años, antes de esta edad puede conllevar riesgos”, remarca esta experta del Hospital Quirónsalud Barcelona.
Medidas a seguir para proteger a los niños de ahogamientos
Con todo ello, la doctora aporta las siguientes estrategias para la prevención de ahogamientos en los menores:
- Garantizar supervisión continua y condiciones seguras. La supervisión o vigilancia de cualquier niño que se encuentre próximo a cualquier entorno acuático (piscina, bañera, playa, cubos con agua, etc.) es una estrategia esencial en la prevención de los ahogamientos. Entendiendo como vigilancia adecuada cuando la distancia al menor es inferior a la longitud del brazo del cuidador.
- Tener en cuenta que el test de flotación no reemplaza a la vigilancia de un adulto.
- El cercado completo de las piscinas a lo largo de todo su perímetro, de tal manera que aísle completamente la piscina del jardín y de la vivienda; esto es efectivo en la reducción de muchos de los ahogamientos de niños en piscina.
- Las clases de natación y el aprendizaje de habilidades de supervivencia en el agua pueden disminuir las tasas de ahogamientos en los niños, pero nunca sustituyen a la vigilancia directa de un adulto.
- Con respecto al uso de dispositivos personales de flotación, los chalecos salvavidas homologados son la opción más segura, pero también tiene sus riesgos si no están bien ajustados. Su uso debe ir siempre acompañado de vigilancia constante.
- El entrenamiento en maniobras de RCP, tanto de los padres como de los adolescentes y niños mayores, representa también una medida efectiva.
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