Dominar el balón pasa factura: cabecearlo en el fútbol altera la función cerebral

NUEVA YORK (HealthDay News).— Cabecear el balón puede ser una jugada dramática que cambie las reglas del juego en un partido de fútbol. Pero los jugadores pagan un precio cada vez que hacen este movimiento, asegura nuevo estudio.
Hacer rebotar una pelota de fútbol en la cabeza altera el cerebro de una persona, incluso si no resulta en una conmoción cerebral, reportaron investigadores en “Sports Medicine-Open”.
Las resonancias magnéticas en futbolistas revelan que cabecear altera sutilmente la química y la función nerviosa en el cerebro, y causa niveles ligeramente elevados de proteínas que se asocian con lesiones cerebrales.
“Estos hallazgos sugieren que incluso el cabeceo rutinario y sin síntomas puede producir cambios sutiles en el cerebro”, señaló la investigadora principal, Danielle McCartney, de la Iniciativa Lambert para la Terapéutica con Cannabinoides de la Universidad de Sídney.
“El siguiente paso es entender si estos cambios se acumulan con el tiempo, y lo que eso podría significar para la salud de los jugadores a largo plazo”, añadió.
“Mientras tanto, nos sumamos a los llamados para que los jugadores de fútbol tengan cuidado y tal vez consideren si es necesario cabecear mucho, particularmente en entrenamientos”.
En el nuevo estudio, los investigadores pidieron a 15 jugadores que cabecearan una pelota 20 veces en 20 minutos. Las pelotas se lanzaban a una velocidad constante desde una máquina y cada jugador también pasaba a una segunda etapa pateando la pelota como un medio de comparación.
Las resonancias magnéticas revelaron una química alterada en una región del cerebro involucrada en el movimiento del cuerpo, así como una disminución de la conductividad eléctrica en varias áreas.
Esto sugiere que el cabeceo afecta a la forma en que el cerebro usa la energía y la información se transmite por la materia blanca, tejido nervioso que conecta diferentes partes del cerebro.
A su vez, las muestras de sangre evidenciaron niveles elevados de dos proteínas asociadas con la lesión cerebral y el riesgo futuro de demencia: la proteína ácida fibrilar glial (GFAP) y la luz de neurofilamento (NFL).
Los cambios cerebrales asociados con el cabeceo fueron mucho más pequeños que los encontrados en las personas con demencia o conmoción cerebral, y los investigadores anotaron que ninguno de los jugadores mostró señal alguna de deterioro cognitivo después de cabecear el balón.
“Este estudio no demuestra que cabecear cause demencia”, advirtió el investigador principal, Nathan Delang, de la Universidad de Queensland. “Nuestra conclusión de la mayor presencia de estas proteínas, y del estudio en general, es que cabecear la pelota puede causar una interrupción sutil en las células cerebrales, incluso sin síntomas obvios”.
“Los niveles elevados de estos biomarcadores indican que las células cerebrales han sido alteradas a nivel microestructural. La importancia clínica y a largo plazo de estas pequeñas elevaciones aún se está estudiando, particularmente en relación con cuánto y qué patrón de exposición podría provocar efectos en la estructura y función del cerebro”.
Algunos países, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, están introduciendo gradualmente restricciones sobre el cabeceo, lo que incluye prohibir la práctica entre los jugadores jóvenes.
De un vistazo
Riesgo de demencia
En el estudio de los efectos de cabecear la pelota de fútbol, las muestras de sangre evidenciaron niveles elevados de dos proteínas asociadas con la lesión cerebral y el riesgo futuro de demencia: la proteína ácida fibrilar glial (GFAP) y la luz de neurofilamento (NFL).
Sin señales
Ningún jugador mostró señal de deterioro cognitivo después de cabecear el balón.
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