Primera regla y visita al ginecólogo. «El dolor ya es un indicio».

- - Una madre debe llevar a su hija al ginecólogo si la niña no tiene la menstruación hasta los 16 años - dice la profesora Skrzypulec-Plinta
- Esto puede deberse a problemas de salud graves, incluidos aquellos relacionados con la ausencia de útero o trastornos alimentarios.
- En este caso no inducimos la menstruación, sino que esperamos hasta que se haya completado el tratamiento de la enfermedad subyacente, por ejemplo la anorexia, explica la experta.
La pubertad en las niñas comienza entre los 8 y los 9 años. En el Foro de Salud de la Mujer de Katowice, los expertos debatieron cuándo y por qué es recomendable acudir al ginecólogo por primera vez.
La profesora Violetta Skrzypulec-Plinta, jefa del Departamento de Salud Femenina del Departamento de Salud Reproductiva y Sexología de la Universidad Médica de Silesia en Katowice, señala que los primeros problemas de salud íntima comienzan con la primera menstruación. «Cuando es muy abundante y prolongada, entre los 11 y los 13 años, es cuando las madres llevan a sus hijas al ginecólogo por primera vez», explica.
Una madre también debería llevar a su hija al ginecólogo si no ha tenido la menstruación a los 16 años. Es importante sospechar que pueda estar experimentando problemas relacionados con la ausencia de útero o himen fusionado, aunque esto es poco frecuente, ya que es probable que presente dolor intenso durante la menstruación. El dolor por sí solo también es una indicación para llevar a su hija al ginecólogo, enfatiza la experta.
Muchas irregularidades menstruales están relacionadas con trastornos alimentarios en niñas. «En estos casos, comprobamos si el útero y los ovarios están normales, pero no inducimos la menstruación; esperamos hasta que finalice el tratamiento de la afección subyacente, como la anorexia o la bulimia», explica.
"Para que la menopausia sea una experiencia feliz, debemos pensar en ella antes"En el contexto de la menopausia, la profesora señala que puede ser uno de los períodos más placenteros en la vida de una mujer. "Ya no tenemos que pensar en muchas cosas. Los hijos ya han crecido, el esposo o la pareja se ha adaptado y por fin tenemos tiempo para nosotras mismas. No pensamos en la anticoncepción, solo en nuestra salud. Para que la menopausia sea feliz, debemos pensar en ella mucho antes. No solo durante la perimenopausia o los trastornos menstruales. Si comemos sano, nos hacemos citologías vaginales, ecografías mamarias, mamografías, cuidamos de nosotras mismas y de nuestra actividad, no nos sobreestimulamos, no bebemos demasiado alcohol y dejamos la nicotina en todas sus formas, existe la posibilidad de que lleguemos a la menopausia completamente sanas y la vivamos mejor", argumenta la especialista.
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