27 años de investigación han revelado una tendencia preocupante. ¿Están las mujeres en desventaja?

Es importante destacar que esto sucede a pesar de que estos medicamentos son seguros para las mujeres embarazadas.
Descubrimos que las mujeres tienen menos probabilidades de recibir fármacos modificadores de la enfermedad que los hombres con el mismo grado de esclerosis múltiple. Esto es muy preocupante, ya que el tratamiento temprano puede retrasar significativamente la progresión de la enfermedad. Las mujeres que no reciben tratamiento pueden tener un pronóstico futuro más desfavorable y un mayor riesgo de discapacidad permanente. Sin embargo, existen terapias que son seguras durante el embarazo o tienen efectos duraderos, incluso después de suspenderlas, afirmó la Dra. Sandra Vukusic, autora del estudio y de la Universidad de Lyon (Francia).
Para el estudio , los investigadores analizaron datos médicos de los últimos 27 años de casi 17.000 mujeres y casi 6.000 hombres diagnosticados con esclerosis múltiple entre las edades de 18 y 40. La edad promedio de los participantes en el momento del diagnóstico fue de 29 años.
Observaron que había diferencias entre los sexos en el porcentaje de tiempo (medido en años-persona) que los participantes del estudio pasaban tomando medicamentos modificadores de la enfermedad.
En el caso de las mujeres, fue del 60,2% y en el de los hombres, del 61,3%. Para los fármacos más potentes, las llamadas terapias de alta eficacia, los porcentajes fueron del 23,5% y el 25,3%, respectivamente.
Los autores destacaron que aunque estas diferencias parecen pequeñas a primera vista, los datos brutos no tienen en cuenta muchos factores importantes, como la evolución de la enfermedad, que suele ser más activa en las mujeres, o los momentos en que el tratamiento se interrumpió temporalmente debido al embarazo y el posparto.
Al considerar estos factores, se observó que las mujeres tenían un 8 % menos de probabilidades de recibir tratamiento que los hombres. En el caso de los medicamentos modernos de alta eficacia, esta diferencia alcanzaba el 20 %.
La Dra. Vukusic cree que la razón probable es el deseo de embarazarse. Añadió que muchas mujeres con EM renuncian o retrasan el tratamiento para evitar dañar a su bebé . Esto ocurre a pesar de que algunos medicamentos disponibles son seguros durante el embarazo o mantienen su eficacia mucho después de suspenderlos.
“Por eso vale la pena analizar con cuidado la situación de cada paciente y no abandonar apresuradamente el tratamiento”, enfatizó el neurólogo.
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