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¿Es más saludable el té matcha que el café?

¿Es más saludable el té matcha que el café?

El matcha, con su intenso color verde y su tradición centenaria, suele considerarse un superalimento beneficioso para la salud. Pero ¿qué es lo que lo diferencia exactamente del té verde normal o de una taza de café matutino?

Al igual que el té verde y el negro, el matcha proviene de la planta Camellia sinensis. La diferencia radica en cómo se cultiva y se procesa. Mientras que el té negro se fermenta y el té verde normal simplemente se seca, el matcha se cultiva a la sombra durante varias semanas antes de la cosecha.

Este método único altera la química de la planta, potenciando ciertos compuestos como la clorofila y los aminoácidos y dando al matcha su sabor distintivo y su intenso color verde. A continuación, las hojas se secan y se muelen finamente hasta obtener un polvo. De ahí viene su nombre, que significa «té en polvo» en japonés.

Aunque se asocia ampliamente con la cultura japonesa y las ceremonias del té zen, el matcha en realidad se originó en China. Fue llevado a Japón en el siglo XII por monjes budistas, que lo utilizaban para favorecer la meditación. Con el tiempo, se convirtió en un elemento básico de la cultura japonesa del té, especialmente en las ceremonias formales.

Desde el punto de vista de la salud, el matcha ofrece beneficios similares al té verde, gracias a su alto contenido en polifenoles, entre los que se encuentran los conocidos antioxidantes llamados flavonoides. Dado que las hojas se consumen enteras en forma de polvo, el matcha puede proporcionar una dosis más concentrada de estos compuestos beneficiosos.

Mucho potencial, relativamente poca investigación

El matcha es conocido por su amplia gama de posibles beneficios para la salud: propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antiinflamatorias, antiobesidad e incluso anticancerígenas, así como por sus potenciales mejoras sobre la función cerebral (alivio del estrés, salud cardíaca y regulación del azúcar en sangre).

Pero hay un inconveniente: la mayor parte de las pruebas que respaldan estas afirmaciones provienen de estudios de laboratorio (en células o animales), no de ensayos clínicos sólidos en seres humanos. Por lo tanto, aunque las primeras investigaciones son prometedoras, están lejos de ser concluyentes.

Una cosa sí sabemos: el matcha contiene más cafeína que el té verde normal, aunque normalmente menos que el café. La cafeína en sí misma tiene beneficios para la salud bien documentados cuando se consume con moderación, entre los que se incluyen la mejora de la concentración, del estado de ánimo y del metabolismo. Asimismo, hay indicios de que reduce el riesgo de padecer determinadas enfermedades como el alzhéimer y el párkinson.

Sin embargo, en dosis elevadas la cafeína puede provocar efectos secundarios como insomnio, ansiedad y aumento de la presión arterial. La máxima «cuanto más, mejor» no se aplica en este caso, y la dosis óptima de cafeína sigue sin estar clara.

Tres tazas al día como máximo

Al comparar el matcha con el café, ambos ofrecen propiedades antioxidantes y beneficios cardiovasculares similares. Sin embargo, el café ha sido estudiado más exhaustivamente, con directrices más claras: tres o cuatro tazas al día parece ser el límite máximo seguro para la mayoría de las personas.

En el caso del matcha, la recomendación es un poco más conservadora, ya que algunas fuentes sugieren de una a tres tazas diarias, probablemente debido a los niveles más altos de polifenoles.

Los taninos y los polifenoles presentes tanto en el té como en el café pueden interferir en la absorción del hierro, sobre todo el procedente de alimentos de origen vegetal. Beber grandes cantidades de forma habitual, especialmente en las comidas, puede aumentar el riesgo de anemia por deficiencia de hierro.

Por eso se recomienda disfrutar de estas bebidas al menos dos horas antes o después de las comidas, especialmente para las personas que siguen una dieta predominantemente vegetal o que son propensas por sí mismas a tener niveles bajos de hierro.

Otra consideración a tener presente es que tanto el café como el matcha son ligeramente ácidos y pueden causar molestias digestivas o reflujo en personas con estómagos sensibles.

¿Café o matcha, entonces? Para terminar de decidirse tenga en cuenta que el último, a diferencia del café, contiene L-teanina, un aminoácido que favorece la relajación. Por lo tanto, puede ofrecer una alternativa más suave para las personas propensas a la ansiedad.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

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