Dentro de España: Casarse con uno mismo y no ser país para los examinadores de conducir
En el Inside Spain de esta semana analizamos la creciente tendencia a la sologamia entre los españoles y cómo se ha vuelto prácticamente imposible obtener el permiso de conducir en las Islas Baleares porque los examinadores no quieren vivir allí.
Hace unos días, un político valenciano fue noticia por una razón de lo más extraña: se casó consigo mismo.
Stéphane Soriano, concejal del PP por el municipio de Benaguasil, invitó a amigos y familiares a una lujosa finca a 25 kilómetros de la capital valenciana para casarse con él.
Hubo un banquete, discursos emotivos, baile, lanzamiento de ramos, de todo menos una novia u otro novio.
Aunque parezca increíble, esta práctica tiene un nombre: sologamia. Y no es la primera vez que ocurre en España, pues la prensa española informa de que es cada vez más común en todo el país.
De hecho, incluso hay una película de 2020 llamada La Boda de Rosa , protagonizada por Candela Peña, en la que la protagonista se casa consigo misma.
Para ser claros, no existe validez legal para tales matrimonios, pero dice mucho sobre cómo los españoles de hoy en día están cada vez más contentos de no comprometerse en una relación.
Actualmente hay más solteros que nunca: 14 millones de españoles, de los cuales el 52 por ciento son hombres y el 48 por ciento mujeres, según datos de 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La coach de relaciones española Patricia Navarro dijo al canal de televisión Antena 3 en 2024 que mientras los adolescentes creen que las relaciones implican sacrificio y lucha, las generaciones mayores tienen un miedo irracional al rechazo o la crítica.
Y no hay señales de que estas opiniones cambien, ya que una encuesta del INE reveló que el 80 por ciento de los jóvenes españoles entre 18 y 25 años prefieren "cuidarse" que estar en una relación.
Navarro añade que la Generación Z a menudo ha crecido con padres separados o divorciados, desarrollando así deficiencias emocionales que han llegado a entender como normales, lo que les lleva a sentir que estar soltero es mejor que con alguien.
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Sin duda, estas creencias se han visto exacerbadas por las aplicaciones de citas, que a menudo se utilizan para entablar rápidamente y con facilidad relaciones breves y sin compromiso (o simplemente sexo) en lugar de relaciones sólidas y duraderas que podrían eventualmente conducir a algo más serio.
Inevitablemente, esto también contribuye a la disminución de la tasa de natalidad en España, junto con otros factores cruciales como la elección de una carrera profesional en lugar de tener hijos, la emancipación de las mujeres españolas y, quizás lo más importante de todo, no poder permitirse económicamente tener hijos.
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Esto a su vez explica en parte por qué el gobierno de España tiene actualmente una actitud más abierta hacia los inmigrantes en edad laboral.
Los extranjeros son el motor de la floreciente economía española: en conjunto, tienden a tener más hijos que los españoles y garantizan un relevo generacional en un país envejecido en el que los "nativos" no tienen suficientes hijos.
Mientras tanto, los españoles que se aman y se cuidan a sí mismos son la representación perfecta de cuánto ha cambiado la sociedad española en los últimos años.
En unas pocas generaciones, una cultura famosa por ser amante de la gente, apasionada y orientada a la familia puede que ya no sea la misma.
En otras noticias, en las Islas Baleares los ciudadanos tienen más dificultades que nunca para aprobar el permiso de conducir, y no es porque los exámenes sean cada vez más duros.
Las autoridades de las islas del Mediterráneo están teniendo problemas para contratar nuevos examinadores de conducir, ya que los salarios que se ofrecen a los candidatos no se corresponden con el coste de vida cada vez más alto en el archipiélago.
El problema no es nuevo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, pero hasta ahora han sido los empresarios del sector hostelero los que han tenido dificultades para convencer a camareros y cocineros para que se trasladen.
De hecho, miles de personas que aceptan estos trabajos terminan viviendo en caravanas y tiendas de campaña porque sus salarios no son suficientes para pagar un alquiler, a veces ni siquiera una habitación.
El alquiler mensual medio en las Islas Baleares es de 1.640 € en 2025, según Idealista, el portal inmobiliario líder en España. Y en lugares como Palma de Mallorca, es de 2.987 € de media.
Así que no es de extrañar que los examinadores de conducir de la DGT, cuyos ingresos netos se sitúan entre 1.200 y 1.500 euros al mes, no estén convencidos de la idea de trasladarse de la península a las costosas islas.
El resultado es que en todo el archipiélago, que tiene una población de 1,2 millones de habitantes, sólo hay 16 examinadores.
El problema es especialmente grave durante el período de verano, ya que se produce un aumento repentino del número de estudiantes que desean aprovechar las vacaciones para obtener su carnet de conducir , pero 10 de los 16 examinadores no están trabajando.
Por lo tanto, es probable que la lista de espera actual de 7.000 conductores ansiosos aumente.
Y eso no es todo: ocho de estos examinadores han solicitado el traslado a otra parte de España, otro quiere cambiar de puesto y uno espera jubilarse.
La escasez de examinadores de conducir en las Islas Baleares resume gran parte de lo que está mal en la vida en España en este momento: los salarios de los trabajadores (incluso los de los funcionarios pagados por el Estado) no han aumentado al mismo ritmo alarmante que los alquileres y los precios de las propiedades.
El coste de la vida en Palma de Mallorca, Ibiza, Madrid, Barcelona, Málaga, Tenerife y otros lugares populares es demasiado alto para que el trabajador promedio disfrute de una vida digna. Si el gobierno no interviene, ¿cuál es el panorama dentro de cinco años?
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