Calor extremo en México: claves para prevenir la deshidratación y proteger la salud

México enfrenta temperaturas cada vez más elevadas durante todo el año, lo que incrementa los riesgos asociados a la exposición prolongada al sol y al calor como la deshidratación.

La deshidratación es una de las principales amenazas, especialmente para niños, personas de la tercera edad y quienes padecen enfermedades crónicas.

Ante este panorama, es importante hacer un llamado a reforzar las medidas de prevención y a mantener una adecuada hidratación.

Durante los primeros seis meses de vida, los bebés deben ser alimentados únicamente con leche materna o fórmula, ya que no requieren agua adicional.

Sin embargo, en días calurosos es recomendable aumentar la frecuencia de las tomas. A partir del medio año de edad, pueden comenzar a ingerir pequeñas cantidades de agua, y conforme crecen, se debe fomentar un consumo mayor, sobre todo si realizan actividad física.

Para protegerlos, se recomienda evitar la exposición solar entre las 11:00 y las 16:00 horas, así como vestirlos con ropa ligera y de colores claros.

En el caso de quienes practican algún deporte, es importante que tomen entre 1.5 y 2 litros de agua al día, ajustando la cantidad según el esfuerzo físico y la temperatura.

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que recupera, afectando su equilibrio interno.

Entre los síntomas más comunes se encuentran boca seca, fatiga, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, orina oscura y menor frecuencia para orinar.

En niñas y niños pueden presentarse señales como llanto sin lágrimas, lengua seca, irritabilidad y ojos hundidos.

El consumo diario recomendado de agua varía según la edad, el nivel de actividad y el entorno. En promedio, las mujeres deben ingerir unos dos litros y los hombres hasta 2.5 litros por día.

Durante los días de intenso calor o al realizar ejercicio, estas cantidades deben aumentar. No obstante, el exceso de agua también puede representar un riesgo.

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Beber más agua que la que el cuerpo puede procesar en poco tiempo puede provocar hiponatremia, una condición que reduce los niveles de sodio en la sangre.

Esto puede causar confusión, calambres, náuseas e incluso convulsiones. Es fundamental hidratarse de manera gradual y constante, atendiendo las señales de cada organismo.

Entre las principales medidas para prevenir complicaciones derivadas de las altas temperaturas se encuentran:

• Beber agua de manera regular, aunque no se tenga sed
• Usar ropa fresca, de tejidos livianos y colores claros
• Protegerse del sol con sombreros, gorras y bloqueador solar
• Evitar estar al aire libre durante las horas de mayor radiación solar
• No permanecer en vehículos estacionados bajo el sol
• Consumir comidas ligeras

Mantener una hidratación adecuada es fundamental para preservar la salud durante la temporada de calor. Identificar los síntomas de alerta puede evitar graves consecuencias.

Es importante adoptar hábitos saludables para reducir riesgos y proteger la salud de todos, en especial de los sectores más vulnerables a este tipo de afecciones.