Qué es lo que ocurre en tu cuerpo si tomas la piña en lata según la ciencia

La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de frutas y verduras a lo largo del día, como base de una dieta equilibrada, variada y saludable. En España, la piña es una de las frutas tropicales más consumidas, al tiempo que aporta innumerables ventajas al organismo.
Sin embargo, el estilo de vida actual, sin tiempo para preparar, conservar ni cocinar alimentos, lleva a gran parte de la población a comer alimentos precocinados, ultraprocesados y, en el caso de las frutas, enlatados en soluciones a base de agua y azúcares. Efectivamente, la versión 'en almíbar' mantiene la piña durante mucho más tiempo sin que se estropee, aunque su perfil nutricional cambia… y no para mejorar. Algo parecido sucede con al piña 'en su jugo'.

Las conservas en general, y los almíbares en particular son herramientas que muchas personas utilizan por su comodidad de uso, y porque no necesitan una conservación especial ni se van a estropear tan fácilmente con la llegada del calor. Para un remedio, pueden ser una buena solución, pero la ciencia advierte de que nunca debería convertirse en una costumbre alimenticia.
El melocotón o la piña en almíbar son dos postres de lo más socorridos, y una de las maneras de conservar la fruta más eficaces. La manera de elaborar el almíbar es a base de agua y azúcar, y con sólo abrir la lata tendremos ese postre con el que coronar una preparación rápida. Aún así, y aunque en conserva va a mantener minerales como el potasio, la piña perderá la vitamina C y casi toda la bromelina, enzima sensible al calor.
Sin embargo, y aunque su composición como fruta hace a la piña muy recomendable en la dieta, los científicos especifican que sería en su presentación fresca, y nunca en conserva, "puesto que esta variación va a transformar radicalmente su perfil nutricional, aumentando su aporte calórico y dejando de poder compararse con la fruta como alimento beneficioso". Además. la piña en conserva no suele llevar el corazón, donde más fibra y bromelina se concentra.

Así pues, la piña como fruta tropical y siempre que hablemos de su consumo fresco, natural, es rica en vitamina C, bromelina y potasio. Baja en grasas, y de poder extraordinariamente antioxidante, gracias a sus ácidos cítrico y málico, la piña tiene reconocidos por la ciencia también efectos digestivos y antiinflamatorios.
La bromelina de la que hablábamos anteriormente, uno de sus componentes más destacados, contribuye a ablandar las proteínas y favorece su digestión en el tracto gastrointestinal. Según varios estudios, esta enzima actúa también como inmunomodulador y potencial inhibidor de la formación de nitrosaminas, compuestos asociados al cáncer de estómago.
El consumo regular de piña fresca está especialmente indicado en casos de personas con digestiones lentas, pesadez estomacal o hipoclorhidria, y está indicada en casi todas las edades. Únicamente sus matices ácidos podrían 'molestar' a personas con reflujo.
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