Las mejores estrategias para proteger nuestro cerebro de ictus, demencia y depresión
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Hay muchos factores que perjudican la salud de nuestro cerebro y podrían prevenirse o ralentizarse controlando, al menos, unos pocos. Un reciente estudio ha descrito que la actividad cognitiva, la actividad física moderada o alta, el sentido de propósito, una buena dosis de sueño (ya que dormir mucho o muy poco también es perjudicial), el consumo de alcohol de bajo a moderado, una amplia red social (la soledad no deseada es enemiga de la salud) y una dieta con más verduras y pescado son baluartes más que interesantes para proteger nuestra salud cerebral conforme vamos cumpliendo años de vida. Pero hay unos aspectos en nuestra salud que implementados como estrategias a conseguir se convierten en la mejor forma para darle un buen impulso protector a nuestra salud.
Estos son los factores de riesgo o lo que hay que tener en cuenta para proteger a nuestro cerebro:
- Presión arterial
- Enfermedad renal
- Índice de masa corporal (IMC)
- Glucemia
- Consumo de alcohol
- Colesterol total
- Dieta
- Dolor
- Pérdida o deterioro auditivo
- Actividad física
- Propósito en la vida
- Sueño
- Tabaquismo
- Actividad social
- Estrés
- Actividad cognitiva
- Síntomas depresivos
De los 17 factores de riesgo modificables, es la hipertensión arterial el que mayor impacto tiene en el riesgo de sufrir estas enfermedades, según el nuevo trabajo. La presión arterial, por tanto, puede aumentar nuestro riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, demencia y depresión.
¿Y por qué se superponen estas tres afecciones? Los investigadores señalan que al menos el 60% de los accidentes cerebrovasculares, el 40% de los casos de demencia y el 35% de la depresión en la vejez podrían prevenirse o ralentizarse, controlando tanto la hipertensión arterial como la glucosa alta, el colesterol alto o el índice de masa corporal.
"Al modificar cualquiera de los factores, se puede reducir el riesgo de padecer las tres afecciones, y existen numerosos cambios de comportamiento y estilo de vida que se pueden realizar para lograrlo", explica Sanjula Singh, doctora en medicina, facultativa, médica científica y epidemióloga del Laboratorio de Cuidado Cerebral del Hospital General de Massachusetts en Boston y autora principal de la investigación que recoge la revista Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.
La razón de esta interconexión es que las redes neuronales conectan distintas partes del cerebro, de ahí que si una zona del cerebro se ve afectada, otras también pueden sufrir el mismo destino, según los expertos. Esto, en parte, explica por qué es común que las personas experimenten depresión después de sufrir un derrame cerebral o desarrollar demencia, por ejemplo.
¿Qué recomiendan los científicos?Primero hay que recordar que nunca es demasiado tarde para actuar y querer recuperar el timón de nuestra salud. Incluso pequeñas rutinas de cambio, como minimizar el consumo de bebidas con azúcar o el alcohol y el tabaco, o ponerse una hora tope para acostarse cada día y dormir las horas adecuadas de sueño, pueden marcar un cambio importante a largo plazo y prevenir problemas futuros. Por ejemplo, hacer ejercicio puede ayudarnos no solo a dormir mejor, sino también a bajar la presión arterial.
Mantener el cerebro estimulado siempre es una buena idea. Ya sea leer, cantar o tocar música, jugar a juegos de mesa o completar rompecabezas o incluso sudokus. Todas ellas son ejercicio para el cerebro que es tan importante como la actividad física para el cuerpo y los músculos.
Y no es necesario abordar todos los cambios de una vez. Así que hacer nuevos amigos, empezar a hacer ejercicio o buscar una nueva actividad intelectual se puede hacer en cualquier momento de la vida. Nunca se es demasiado mayor ni para aprender, ni para socializar ni para estar activo y si hacemos frente a un par de cambios a la vez, estaremos remando en la buena dirección de pasar al lado de menos perspectivas de enfermedades en el horizonte.
Hay muchos factores que perjudican la salud de nuestro cerebro y podrían prevenirse o ralentizarse controlando, al menos, unos pocos. Un reciente estudio ha descrito que la actividad cognitiva, la actividad física moderada o alta, el sentido de propósito, una buena dosis de sueño (ya que dormir mucho o muy poco también es perjudicial), el consumo de alcohol de bajo a moderado, una amplia red social (la soledad no deseada es enemiga de la salud) y una dieta con más verduras y pescado son baluartes más que interesantes para proteger nuestra salud cerebral conforme vamos cumpliendo años de vida. Pero hay unos aspectos en nuestra salud que implementados como estrategias a conseguir se convierten en la mejor forma para darle un buen impulso protector a nuestra salud.
El Confidencial