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La Europa que engorda: el 60% de la población es obesa. ¿Vamos camino de convertirnos en EEUU?

La Europa que engorda: el 60% de la población es obesa. ¿Vamos camino de convertirnos en EEUU?

Con casi tres cuartas partes de su población con sobrepeso, en Estados Unidos el exceso de kilos lleva años siendo un problema de salud pública. Un estudio reciente muestra que el 74% de sus adultos tiene sobrepeso y cerca del 43% de ellos son obesos. Esto significa que, de media, más de la mitad de los adultos tienen serios problemas con la grasa.

La población del país americano ha engordado exponencialmente en las últimas décadas aupada por comida rápida, bollería, ultraprocesados varios, refrescos, sedentarismo y un sinfín de malos hábitos de vida. Un buen ejemplo de este aumento lo vemos en la tasa de obesidad en adultos, que se ha duplicado de 1990 a 2021.

Aunque los norteamericanos sean el gran ejemplo que todos tenemos en mente cuando hablamos de un país con sobrepeso, lo cierto es que en Europa no se queda atrás. Como destacan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) a este periódico, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha aumentado rápidamente en las últimas décadas en nuestro continente. Entre 2006 y 2016, las tasas de obesidad crecieron un 21%, y desde 1975, un reseñable 138%. Del mismo modo, el sobrepeso (incluida la obesidad) se elevó un 8% en los 10 años anteriores a 2016 y un 51% desde 1975.

Estas cifras muestran cómo el sobrepeso y la obesidad siguen siendo importantes problemas de salud pública en la Región de Europa de la OMS. De hecho, según los datos del Observatorio Mundial de la Salud (OMS), casi el 60% de los adultos del Viejo Continente lo sufren, una de las tasas de prevalencia más altas del mundo, solo superada por la de las Américas. Unas cifras que contribuyen a más de 1,2 millones de los fallecimientos anuales y más del 13% de la mortalidad total.

España es un claro ejemplo de cómo el peso no ha parado de aumentar en las últimas décadas. Un informe presentado esta semana por el Ministerio de Sanidad muestra que la prevalencia en adultos ha aumentado considerablemente desde finales del siglo XX. En 1987, el 45,3% de los hombres y el 33,5% de las mujeres tenían sobrepeso u obesidad y en 2023, estas cifras se sitúan en el 62,2% para ellos y 48% para ellas. Una evolución similar se ha vivido en la infancia.

Si miramos más allá de nuestras fronteras, entre los hombres europeos, Rumanía y Polonia son los países con más sobrepeso (76%) además, un tercio de los hombres rumanos (38%) y polacos (32%) tienen obesidad, seguidos de Croacia y Eslovaquia con un 74% de sobrepeso, según datos del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC).

Por otro lado, Francia es el país con menos prevalencia de sobrepeso entre hombres, con un 41% (10% con obesidad), seguida de los Países Bajos (54%, con 15%) y Dinamarca (56%, con 16%). Entre las mujeres, las francesas también representan la tasa más baja de sobrepeso y obesidad, (30%, con 10%), seguida de Austria (34%, con 13%) y Dinamarca (36%, con 11%).

Por el contrario, las irlandesas tienen la mayor prevalencia con un 62% (28% con obesidad), seguidas de las rumanas y croatas (ambas con 58%, y 32% y 28% con obesidad, respectivamente). Para el EUFIC, esto debe a una combinación de factores socioeconómicos, hábitos alimenticios, actividad física, acceso a instalaciones deportivas y políticas públicas.

¿La población europea será como la de EEUU?

El aumento exponencial de las tasas de sobrepeso nos pone más cerca de lo que pensamos de los norteamericanos, como explica a El Confidencial el Dr. Kremlin Wickramasinghe, asesor de la OMS para la región de Europa en nutrición, actividad física y obesidad: “Aunque Estados Unidos sigue teniendo una prevalencia global más alta, Europa no va por detrás”. “En varios países, sobre todo en el sur y el este, las tendencias reflejan las observadas en EEUU, lo que suscita gran preocupación. Europa tiene uno de los mejores sistemas de vigilancia de la obesidad infantil (COSI) del mundo, con más de 45 países que miden a los niños de primaria utilizando los mismos métodos y los datos del COSI muestran que el 25% de los niños de primaria padecen sobrepeso u obesidad”, desarrolla el especialista.

El experto de la OMS tiene claro que si las tendencias actuales persisten sin una intervención política eficaz, “Europa podría acercarse a los niveles de EEUU en unas pocas décadas”. Y destaca que este riesgo es especialmente elevado en el caso de la obesidad infantil, cuyas tasas aumentan rápidamente y las medidas preventivas siguen siendo insuficientes. “La principal razón de este riesgo es la falta de aplicación de políticas basadas en pruebas. Sabemos lo que funciona, pero muchos países europeos no han sido capaces de aplicarlas como medidas políticas obligatorias. Existe el riesgo de que la obesidad siga aumentando si seguimos como hasta ahora. Hemos aprendido que iniciativas como medir el problema, mostrar las mejores prácticas o llevar a cabo proyectos piloto no serán suficientes para cambiar la tendencia actual”, explica.

Foto: La cruzada de Gasol contra la obesidad infantil. (EFE/Daniel González)

También alerta sobre la obesidad infantil en el mundo Pau Gasol. El exjugador de baloncesto se ha volcado en la lucha contra esta epidemia en niños a través de su fundación y tiene claro que Europa se mueve en la misma dirección que EEUU, el país que fue su casa durante casi 20 años. “Estamos encaminándonos hacia esa dirección, alejándonos de aquello que durante toda nuestra historia nos ha hecho sentir muy orgullosos: la dieta mediterránea, la comida sana, la vida sana, la longevidad y la actividad física, ir andando a los sitios y ser activos”, explicaba Gasol en conversación con este periódico.

El especialista de la OMS señala que confrontar en el espejo a Europa y EEUU puede ser interesante, aunque también tiene sus matices: “Las comparaciones internacionales siempre son útiles, pero con las cautelas necesarias. No todos los países utilizan los mismos métodos en sus encuestas nacionales. La comparación por sí sola no ayudará a frenar el aumento de la obesidad, pero puede ayudarnos a comprender algunos de los posibles escenarios futuros”.

En cualquier caso, el Dr. Wickramasinghe señala que para “prevenir una epidemia similar requerirá estrategias integrales y multisectoriales que promuevan dietas más sanas, mayor actividad física y entornos favorables. Ninguna medida por sí sola será suficiente: solo un enfoque coordinado en todos los niveles de la sociedad tendrá éxito”.

Y puestos a comprar, pone como ejemplo que “algunos países de América del Sur, como Chile, han empezado a aplicar políticas obligatorias para introducir etiquetas en la parte frontal de los envases, restringir la comercialización de alimentos poco saludables para los niños y políticas de nutrición escolar”. Sin embargo, “en Europa son pocos los países que han empezado a aplicar estas políticas obligatorias, pero necesitamos la plena aplicación de un conjunto completo de políticas para marcar la diferencia y frenar el aumento del sobrepeso y la obesidad”.

Riesgos del sobrepeso: del ictus al cáncer

Entre los riesgos más destacados del exceso de peso se encuentran las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. El exceso de grasa corporal, especialmente en la región abdominal, genera alteraciones en la función del corazón y los vasos sanguíneos, favoreciendo el desarrollo de estas patologías.

La diabetes tipo 2 es otra enfermedad estrechamente vinculada al sobrepeso y la obesidad. La resistencia a la insulina provocada por el exceso de tejido adiposo dificulta la regulación normal del azúcar en sangre, lo que puede desencadenar esta condición crónica con un impacto severo sobre la salud.

Los problemas metabólicos también son frecuentes, manifestándose en niveles elevados de colesterol y triglicéridos, además de la presencia del síndrome metabólico, que agrupa diversos factores de riesgo cardiovascular y diabetes. Asimismo, tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias como la apnea del sueño, donde las vías respiratorias se ven comprometidas durante el descanso nocturno, afectando la calidad del sueño y la oxigenación.

El sistema osteoarticular se ve especialmente afectado por el exceso de peso, con un desgaste acelerado de las articulaciones, principalmente en rodillas y caderas, lo que puede derivar en osteoartritis y dolor crónico que limita la movilidad.

Foto: (EFE / Sáshenka Gutiérrez)

Las enfermedades hepáticas, como el hígado graso no alcohólico, también son más frecuentes en personas con exceso de peso, aumentando el riesgo de inflamación y daño hepático severo. Del mismo modo, diversos estudios han demostrado que el sobrepeso y la obesidad incrementan la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluyendo los de colon, mama, endometrio y páncreas.

A todo ello hay que sumarle el impacto psicológico, que no es cosa menor, ya que quienes enfrentan estas condiciones pueden sufrir baja autoestima, ansiedad y depresión, en muchos casos como consecuencia del estigma social y las dificultades para mantener un peso saludable.

El Confidencial

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