La DEA alerta por nuevas mezclas con fentanilo

Cinco personas murieron ayer en Ciudad Juárez tras consumir drogas, mientras dos más fueron hospitalizadas, confirmó la Fiscalía de Chihuahua. Las investigaciones adelantan que mezclaron cocaína con fentanilo, según un perito forense. Tres involucrados tenían entre 20 y 21 años.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) advierte que la mezcla de fentanilo con otros “potentes” estupefacientes está aumentando, lo que supone un reto en el combate a esta droga sintética. Su informe anual acentúa: “Este opiáceo está presente en una de cada cuatro muestras de cocaína…”.
Detalla que los “laboratorios de la DEA reportan una tendencia a la baja en la pureza del fentanilo, pero esto no debe interpretarse como una disminución de la peligrosidad de la droga disponible en las calles”.
También explica que la mezcla de fentanilo “con tranquilizantes para animales y otros opioides sintéticos va en aumento, lo que provoca que las personas desconozcan la composición exacta de lo que consumen o venden”. Por ejemplo, la xilacina, un sedante para animales, continúa siendo el principal adulterante (por delante de la heroína) encontrado en el polvo del fentanilo. Y su uso para cortarlo se está extendiendo.
El informe puntualiza que un anestésico más potente empleado normalmente en perros y gatos, la medetomidina, comenzó a ser detectado también en los análisis.
Nelson Bruno de Almeida, académico de la UdeG, señala que esta droga puede ocasionar un coma al consumirla; inclusive la muerte si su uso es prolongado y en dosis altas. “Afecta el sistema nervioso central y puede causar depresión respiratoria, alucinaciones, hipertensión o paradas cardiorespiratorias. Y la muerte”.
El experto recuerda que es 100 veces más fuerte que la morfina. Además, su costo es bajo: dependiendo de la dosis varía entre los 50 y 400 pesos (por pastilla o inyectable).
En México hay una tendencia al alza en el consumo de esta droga. Según la Secretaría de Salud, el “Informe de la demanda y oferta de Fentanilo: generalidades y situación actual”, subraya que es un opioide clasificado como un estupefaciente cuyo uso médico es legal y está regulado y vigilado. Es sumamente útil para tratar el dolor intenso (como en cáncer). Pero en los últimos años se han presentado casos relacionados con el uso de fentanilo fabricado de manera ilícita. “Debido a su alto potencial adictivo, bajo costo y la relativa facilidad en su producción ilícita, pocas cantidades de la sustancia psicoactiva pueden producir grandes ganancias económicas a los grupos de la delincuencia organizada”.
De acuerdo con los casos que han sido atendidos en salas de urgencias del sistema de salud en México, entre 2013 y 2024 se atendieron a cinco mil 901 personas relacionadas con el uso de opioides, destacando el fentanilo, principalmente en Baja California, Ciudad de México, Sinaloa, Chihuahua, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Jalisco.
Sobre el informe de la DEA, agrega que los cárteles de Sinaloa y Nueva Generación son las “amenazas dominantes”, pues “mantienen estables sus cadenas de suministro para obtener los llamados precursores para la fabricación de fentanilo, principalmente de China e India”.
John González, agente especial adjunto a cargo de la DEA en El Paso, negó que exista una producción significativa dentro de Estados Unidos porque “es más barato producirlo en México y trasladarlo a Estados Unidos, donde una pastilla se puede vender en uno o dos dólares”.
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