¿Cómo puedes saber si estás a las puertas de la menopausia, y qué es lo que te espera?
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9f3%2Fafb%2Fdae%2F9f3afbdae93501f253333ee3da42efed.jpg&w=1280&q=100)
Después de 12 meses ininterrumpidos sin la menstruación, la ciencia da por concluida la etapa de la vida en que las mujeres pueden engendrar un hijo. O, dicho de otro modo, es la prueba definitiva que certifica el diagnóstico de menopausia. Esta fase puede ocurrir, según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, entre los 40 y 50 años, siendo la edad media los 51 años.
Ahora bien, lo más probable es que antes de que una mujer deje de comprar productos de higiene femenina, como compresas o tampones, sus períodos menstruales comiencen a ser irregulares, lo cual es solo la punta del iceberg del resto de los síntomas de la perimenopausia, período que antecede a la desaparición definitiva del sangrado menstrual.
Entre las numerosas señales premenopaúsicas, "la primera y más evidente es la alteración de los ciclos menstruales", señala la doctora Silvia P. González, ginecóloga, máster en climaterio y menopausia, directora médica de Menoclínica y Presidenta Electa de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia. "Estas variaciones son de, al menos, siete días en la periodicidad de la perimenopausia temprana, mientras que, en la tardía, la menstruación llega a desaparecer durante más de 60 días", puntualiza.
Esta transformación en el funcionamiento del patrón menstrual de las mujeres "obedece a oscilaciones hormonales que, a su vez, pueden ocasionar síntomas", apunta la facultativa quien nos recuerda que "aunque esta alteración es muy característica, en algunos casos, especialmente si se trata de una mujer de menor edad, hay que descartar otras causas".
"Es un proceso único para cada mujer, yo suelo decir que es como la huella dactilar"
Además del trastoque en la periodicidad de la regla, lo habitual es que se experimenten también sofocos, cambios en el estado de ánimo, fatiga e insomnio.
En cualquier caso, "es un proceso único para cada mujer, yo suelo decir que es como la huella dactilar. Además, hay factores externos, como los hábitos de vida, y otros familiares que pueden influir, y no es previsible qué le va a ocurrir exactamente a cada mujer".
Casi una década avisandoTodos los síntomas mencionados suelen producirse a partir de los 40 años, "y toda la perimenopausia dura habitualmente entre dos y ocho años, aunque puede ocupar más de una década", asegura la ginecóloga.
Durante este tiempo, hay dos cambios especialmente relevantes, se trata del aumento de peso y la pérdida de masa muscular y ósea. Muchas mujeres observan desconcertadas cómo su cuerpo se transforma de forma inexorable y sin motivo aparente a partir de los 40 años, y de manera más evidente durante la década siguiente.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F501%2Fcd2%2F066%2F501cd2066d6156ddafbb9082c5a7f0d8.jpg)
En cuanto al incremento de peso, lo cierto es que es un proceso que no es exclusivo de las mujeres, ya que, "tanto los hombres como las mujeres lo experimentan por razón de la edad", apunta la especialista. Lo que ocurre es que "con la menopausia se produce una modificación de la composición corporal más tendente a la acumulación de grasa sobre todo en la zona de la cintura y de las caderas", aclara la experta quien advierte de que, aunque se puede intentar que ese incremento sea menor gracias a la dieta y al ejercicio físico, "la tendencia seguirá existiendo".
Bajada de estrógenosPor otro lado, "la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y de fuerza muscular (dinamopenia), así como la disminución de masa ósea (osteopenia y osteoporosis) se producen también a partir de la menopausia, lo cual está relacionado con el descenso hormonal, especialmente de estrógenos, pero también, en parte, al de andrógenos (hormonas masculinas)", apunta la experta.
Detectar los síntomas precozmente ayuda a establecer estrategias preventivas
En este caso, “el ejercicio de fuerza y de bajo impacto combinado con una dieta adecuada, rica en proteínas y en minerales como el calcio, el fósforo, y el magnesio, así como una suplementación pertinente puede ayudar”, añade.
La mente también se alteraA los sofocos, el aumento de peso o la pérdida de masa ósea y muscular se suman los síntomas psicoemocionales. "Las oscilaciones hormonales hacen que muchas mujeres presenten síntomas como irritabilidad, cambios súbitos del estado de ánimo (labilidad emocional) y tendencia al ánimo bajo", detalla. Ahora bien, "esto está muy condicionado también por factores personales, familiares y laborales", matiza.
Además de las emociones, también las capacidades cognitivas se pueden ver afectadas. En este sentido, "muchas mujeres aquejan también niebla mental, es decir, dificultades en la concentración, atención y problemas de memoria en este periodo".
Aunque no es posible evitar los síntomas mencionados, lo que sí se puede hacer es "observar los cambios y detectar los síntomas precozmente para poder consultarlos. De este modo, -remarca la doctora- es posible establecer estrategias preventivas y terapéuticas cuanto antes".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fa59%2Fd89%2F4d8%2Fa59d894d840007f6dfa4621c3c372e7e.jpg)
Además, nos recuerda que los estilos de vida saludables, aquellos que contemplan una dieta equilibrada, ejercicio regular y una adecuada higiene del sueño, "son recomendables tanto en la menopausia como en todos los momentos de la vida, aunque con ligeros matices en este periodo, por lo que, cuanto antes se implementen, mejor".
El Confidencial