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Baby blues, el síndrome que invade a las mujeres en el postparto

Baby blues, el síndrome que invade a las mujeres en el postparto
Las primeras semanas de la vida de un bebé ponen a prueba, casi a diario, el manual de padres primerizos con el que nos preparamos y las expectativas de película que creamos en torno a esos momentos durante nueve meses.
En medio del caos inicial, la realidad contrasta y nos devuelve, en cambio, escenas y emociones que toman distancia de esto en un amplio abanico de matices; incluso, algunas de ellas, nos obligan a callar o reprimir aquello que sentimos o nos pasa. “Hay algo de la narrativa social que impone esto de que tenemos que estar felices por la llegada de este bebé. Sin embargo, la frase de: ´Siento que me voy a volver loca en algún momento´, es constante en el consultorio”, plantea Milagros Méndez Ribas, psiquiatra perinatal y directora de @bezaperinatal, un centro integral para el embarazo y la crianza.
Cuando la impotencia, la angustia, la frustración, y las ganas de llorar sin motivo aparente irrumpen en la cotidianidad y en la adaptación a esa nueva vida, a ese nuevo integrante, a ese hijo, las mujeres pueden experimentar distintos niveles de tristeza que no deben pasarse por alto, mucho menos relativizarlos. En este sentido, conocer de antemano conceptos como el Baby Blues, un síndrome que le ocurre al 80 % de las puérperas, o la Depresión postparto, un cuadro más profundo que requiere medicación, y saber diferenciarlos, pedir ayuda, acceder a la consulta con un profesional de la salud y lograr entablar un vínculo, una conexión -a veces dilatada por estos mismos estados de ánimo, con el bebé-, se vuelve crucial.
En este contexto, el puerperio y la soledad se convierten inevitablemente en las dos caras de una misma moneda. Y si a esto se le suma la presión social, el resultado puede ser aún peor. Por eso es fundamental estar acompañada, más allá del entorno. “Toda esta vulnerabilidad que tenemos y sentirnos solos potencia nuestras emociones negativas. La grupalidad, la tribu, el sostén, nos da lugares de contención. La red de apoyo es uno de los factores protectores de la salud mental materna”, destaca en este capítulo Andrea Szpektor, psicóloga perinatal y directora de @mamam.grupos, una red de grupos de crianza, al trazar una alternativa para mitigar los riesgos, los miedos y la culpa que trae consigo, sin pedir permiso, un nacimiento.
-¿Por qué es clave prestar atención a cómo se siente la mujer en esta etapa del postparto? ¿Qué pasa cuando la expectativa y la realidad contrastan de forma muy marcada?
-Milagros Méndez Ribas (MMR): Hay algo de la narrativa social que impone esto de que tenemos que estar felices por la llegada de este bebé y al entorno le cuesta entender por qué, muchas veces, no lo estamos. “El bebé está sano, vos estás bien, todo salió bien”, te dicen. Bueno, eso es lo que genera una gran presión en esta familia que recibe a este bebé. Deben, o se supone que deben, estar de cierta manera. Entonces hay toda una expectativa idealizada y cuando choca tan fuerte con la realidad es donde pueden surgir algunos inconvenientes.
-Andrea Szpektor (AS): Cuando nace nuestro bebé, nacemos nosotras como madres en un rol que no sabíamos, que no conocíamos. No estamos cancheras en hacer nada. Todo es más difícil. Tenemos cambios corporales, emocionales y sociales. “No estoy haciendo ninguna de todas las actividades que hacía: ni ir a trabajar, ni ir al gimnasio, ni encontrarme con amigas. De repente estoy en pijama, con mi cuerpo desordenado y me duelen cosas que nunca me dolían. Estoy incómoda y mal dormida. Me veo en el espejo y no me reconozco. ¿Qué hago con todo esto?” Algunas mujeres sienten ese amor instantáneo y otras tardan más tiempo en generar el vínculo con el bebé.

Uno de los tratamientos que recomiendan los médicos es la psicoterapia, Foto:iStock

-MMR: Imaginate que si se supone que uno tiene que estar feliz, porque todo se supone que está bien: “¿Adónde voy a ir a decirle y a quién que no me estoy sintiendo bien, que no estoy feliz, que estoy ansiosa, que tengo miedo, y me siento frustrada?”. La frase de: “Siento que me voy a volver loca en algún momento”, es constante en el consultorio.
Síndrome del baby blues
-En cuanto a los estados de ánimo empiezan a aparecer conceptos como el Síndrome de Baby blues y Depresión Postparto. ¿Son lo mismo? ¿Cómo se manifiestan?
-MMR: El Baby blues o maternity blues es lo mismo. Se diferencia mucho de lo que es la depresión postparto. El baby blues es una situación que ocurre en el 80 % de las mujeres, es decir, ocho de cada diez mujeres va transitar por un baby blues. Esto es que puede sentir tristeza o labilidad emocional. De pronto la mujer dice: “Me dan ganas de llorar” y de repente: “Estoy bien”. Puede estar más ansiosa, tener trastornos del sueño, estar más irritable o con cambios bruscos de humor. Ocurren estas cosas, pero no requiere tratamiento, ni medicación. Sí la mujer puede tener la necesidad de estar acompañada por psicoterapia, y también está bueno que la pareja, si es que la hay, sepa de esto, para que entonces pueda acompañar y la mujer no se asuste de esto que le está pasando.
-AS: Es un cuadro esperable que tiene que ver con la adaptación al bebé. No es grave, ni peligroso. Es el postparto inmediato. Son los primeros días, las primeras tres o cuatro semanas, pero después de eso se empieza a acomodar. Hay cambios hormonales, físicos y mentales. Está esta sensación de incomodidad. Es muy frecuente y puede ser un poquito más potente, menos potente, en distintas mujeres, pero cede.
Depresión postparto
-¿Qué pasa cuando esa intensidad no afloja, esa tristeza se profundiza y aparecen emociones que no sabemos manejar?
-AS: La depresión postparto no necesariamente empieza tan inmediatamente en el puerperio, por ahí pasa un tiempo. El estado de depresión es lo que conocemos como tristeza, con falta de entusiasmo y falta de interés. Es muy importante poder diagnosticarla y poder hacer una consulta.
-MMR: En realidad se llama depresión perinatal. Desde 2010 la empezamos a nombrar así para dar cuenta de que la mujer durante la gestación también puede deprimirse. La depresión ya es un cuadro psiquiátrico que requiere de atención y de una medicación, que -por supuesto- podemos indicar durante la gestación, el puerperio y la lactancia, si hay deseo de amamantar. Todavía sigue habiendo mucha desinformación respecto de si a las mujeres se les inhibe la lactancia. Estas cosas no tienen que seguir pasando porque, de hecho, la lactancia, en muchos casos, es protectora de la salud mental de la mamá. Tiene que haber buenos profesionales especializados para acompañar e indicar la medicación necesaria en ese momento.
¿Cómo los diferenciamos? La depresión ya es un cuadro de profunda tristeza. La paciente no tiene ganas de comer, tiene mucha fatiga, le cuesta todo. Está con la voz pausada. Tiene alteraciones cognitivas, o sea, le cuesta pensar, por supuesto.
-Más allá de los casos complejos, en líneas generales, ¿cuánto puede durar la depresión postparto?
-MMR: Mirá, si uno deja una depresión libre, sin tratamiento, en general, al año la paciente empieza a recuperarse. Hay algunas bibliografías que dicen dos años. Depende del caso y de cómo lo va viviendo la mujer.
-Entonces, la pregunta es: ¿cuándo es oportuno hacer una consulta con un profesional y quién la hace?
-AS: Yo diría siempre, porque no estábamos preparadas, no sabíamos cómo era esto. La realidad es que no siempre hace falta, no siempre es necesario. Pero en el instante en que a vos te aparecen dudas genuinas de cómo es, se puede empezar una consulta de psicoeducación, en la que te llevás algunas herramientas y con eso te vas. No hace falta hacer un tratamiento. Hoy cuando hablamos de consulta en salud mental, hablamos de salud, no de enfermedad. Entonces hacer una consulta oportuna es hacer una consulta para “quedarme más tranquila, sufrir menos y pasarla mejor”. Ahora, hay momentos en donde no se puede no hacer una consulta, porque esto sí se agrava y eso sí es tremendo.
Depresión paterna
-Según estudios, la depresión paterna afecta al 10% de los hombres, pero puede aumentar hasta un 50% si a su pareja se le diagnosticó una depresión posparto…
-MMR: Increíble. Sí, es así. Por eso, cuando a una mujer se le diagnostica una depresión perinatal, es muy piola que nosotros podamos chequear cómo está la pareja. Entender esto como algo del sistema familiar, ¿no? Hay una persona enferma, ¿cómo está el resto? Porque hay un bebé que tiene que ser sostenido. El varón tiene que contener a la mujer, pero también le pasan cosas. El varón también tiene que ser escuchado y necesita apoyo. Hay grupos de padres a los que les cuesta llegar, pero cuando llegan es un alivio, por poder compartir con otros.
-¿Estamos frente a los mismos síntomas que los de la mujer?
-MMR: Son cuadros distintos. El varón, sobre todo, va a sentir ira, va a estar enojado. O sea, va a tener situaciones de desborde, de enojo. En cambio, la mujer está más planchada. El varón va a estar muy enojado, va a tender, digamos, a una forma de poder amortiguar su sufrimiento psíquico. Va a meterse en “la play” todo el día, en redes sociales o en el trabajo. Le mete más horas al trabajo intentando evadir [eso que le pasa]. Incluso [va a mirar] pornografía. Puede ser que también tenga algún abuso de sustancias. Por ahí, fuma más marihuana. Se hiere su autoestima. Esto de no poder cumplir con su rol. [Hay] Frustración e impotencia: “Esto no me está saliendo”. Por supuesto va a sentir tristeza, ¿no? Alteración en el vínculo con su pareja y con su bebé. Estos últimos son los puntos en común.

Al tratar la depresión posparto, los síntomas irán desapareciendo. Foto:iStock

Carga mental
-Quiero unir esto de las emociones que marcamos con la carga mental que sentimos todos los miembros de la familia, pero sobre todo las mujeres. ¿Es un mito?
-AS: No, no, no es mito. Requete existe y está buenísimo que lo traigas porque de esto no se hablaba antes. La carga mental es estar con toda la información en tu cabeza todo el tiempo: “A ver… ¿qué llevo en el bolso? Tengo que comprar pañales. Ah no, pañales tengo. Todavía me quedan, pero son del talle chico…Voy a aprovechar y comprar un poco de verduras…” Entonces esto en todas las actividades de la casa, del bebé, son un montón de tareas. Pero si una las saca sueltas, son una pavada: “Entonces no me puedo quejar. ¿De qué me estoy quejando? No me puedo quejar de eso”. Pasa que el que haya todo lo que se necesita y que las cosas funcionen requiere de un orden y ese orden, muchas veces, recae, la mayoría de las veces, sobre la mujer. Empieza por eso a existir el lugar del varón como corresponsable de tareas y de la carga mental. Queremos que sea papá, y como papá tiene todas sus angustias, todos sus dolores, todos sus disfrutes y todas sus responsabilidades. Está buenísimo cuando es compartido.
La presión social
-A la depresión postparto también se la conoce como “depresión sonriente". Puertas adentro la persona sufre y puertas afuera se comporta distinto. ¿Por qué?
-MMR: Buenísimo lo que traés porque es así. A la depresión postparto también la conocemos como depresión sonriente por esto que hablábamos al inicio, ¿no? O sea, este relato social de hoy de que “hay que estar bien”. Entonces esa mujer no se va a sentir habilitada para decir: “No, no la estoy pasando bien, estoy triste”, o: “Me están pasando un montón de cosas”. La mujer se va cerrando. La soledad y el puerperio van muy de la mano y en esta situación es peor aún. Ha pasado de mujeres que salen con el bebé y esta sonrisa, enmascaran todo lo que les pasa y cuando vuelven: “Me voy a mi cuarto y lloro sola”. Ni siquiera frente a su pareja. Y por ahí pasan meses hasta que llegan a la consulta porque se animaron o porque alguien las vio. Por eso es tan importante escuchar que esto le pasa a un montón de personas.
-Atando cabos, ¿qué efectos tiene en este contexto contar con el apoyo de una “tribu” o red de sostén?
-AS: Toda esta vulnerabilidad que tenemos y sentirnos solas potencia nuestras emociones negativas. La grupalidad, la tribu, el sostén, nos da lugares de contención. Esto de poder ser parte de un grupo con otros a los que les pasan cosas parecidas es alucinante en el puerperio y muy importante en distintos momentos de la vida. La red de apoyo es uno de los factores protectores de la salud mental materna. El nacimiento de un hijo es una crisis vital. Todos vamos a pasar por ahí, es esperable e inevitable. Entonces, cuanto más recursos, más herramientas, más apoyo, mejor. Cuando estás en grupo, los miedos y la culpa pasan a ser algo compartido.
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