Ana Molina, dermatóloga, sobre cómo prevenir las picaduras de mosquitos: "Lo primero sería ducharnos al final del día"

Con la llegada del calor también se intensifica la presencia de mosquitos, cuyas picaduras pueden resultar no solo molestas, sino incluso peligrosas en caso de alergias. Evitar estos insectos es clave para disfrutar de las noches al aire libre sin rascaduras ni incomodidades. La prevención se convierte así en la herramienta más eficaz para protegernos, y algunos gestos cotidianos pueden marcar la diferencia.

La dermatóloga Ana Molina ha explicado en sus redes sociales que no tiene sentido hablar de “sangre dulce” como motivo de atracción. “No, los mosquitos no te pican porque tengas la sangre dulce. De hecho, la sangre no es dulce. Si tuviera un sabor, en todo caso sería salada”, aclara. Según la especialista, estos insectos siguen un patrón muy definido y eficaz basado en cuatro factores: calor corporal, olor del sudor, humedad de la piel y la emisión de dióxido de carbono al respirar.

“En ese cerebro de mosquito solo cabe un mantra y es a quién me como hoy”, comenta. Así, explica que los mosquitos prefieren las pieles calientes y húmedas, con presencia de sudor y que emiten más CO₂, como ocurre tras una jornada calurosa o intensa físicamente.

Las recomendaciones más eficaces para evitar las picaduras

La dermatóloga destaca una medida básica: “Lo primero sería ducharnos al final del día para eliminar todos los restos de sudor de la piel”. A esto añade la importancia de vestir ropa que cubra el cuerpo, especialmente las piernas, una zona habitual de picaduras. También recomienda usar aire acondicionado, ya que enfría y seca el ambiente, justo lo contrario de lo que buscan estos insectos.

Por último, resalta el uso de repelentes eficaces: “Usar repelentes que tengan DEET en su composición, que es la sustancia que ha demostrado mayor eficacia”. Es importante asegurarse de que estos productos estén autorizados por el Ministerio de Sanidad, comprobando que en la etiqueta figure su número de registro, tal y como recuerda el propio organismo público.

En el caso de los menores de dos meses se deben evitar los repelentes químicos y optar por barreras físicas como mosquiteras en cunas y carritos. A partir de esa edad, se pueden utilizar ciertos productos, aunque siempre es aconsejable revisar las indicaciones del fabricante y consultar con un profesional en caso de duda. También es fundamental reducir los focos de cría en el entorno. Los mosquitos depositan sus huevos en agua estancada, por lo que se recomienda vaciar recipientes como platos de macetas, cubos, juguetes o piscinas pequeñas, y así limitar su proliferación.